Por: Fuensanta Pérez Orona
|En México o te mata el coronavirus o te mata la cuarentena; aquí no es fácil sobrevivir a una cuarentena cuando la inmensa mayoría de los mexicanos obtienen un salario de 123.22 pesos diarios; no es posible cuando 30.5 millones de personas trabajan en el empleo informal, número que incrementó en un 3.3% respecto al 2017.
Pagar la luz eléctrica, el gas, la escuela, uniformes, medicinas, transporte, comida, todo eso es imposible con el sueldo de hambre que percibimos los mexicanos. En países con economías fuertes, donde cada año crecen en varios puntos porcentuales, sobrellevar una cuarentena es mucho más sencillo, pues se tiene la capacidad de anular los pagos de luz, agua y energía eléctrica, como lo han hecho ya El Salvador y Francia.
Después de que en México se diera la alerta por los infectados del coronavirus, que a la fecha suman, según el portal de Internet de Forbes, 316 infectados y 3 decesos; en este país donde los hospitales no cuentan con los insumos necesarios para combatir esta pandemia; aquí, donde todos estos factores se juntan, definitivamente no es fácil sobrevivir una cuarentena.
En América Latina, las cosas se han tornado difíciles también. En El Salvador se detuvo a 269 personas por violar la cuarentena; es importante mencionar aquí que en ese pequeño país, el presidente Bukele, como se mencionó arriba, ha suspendido los pagos de créditos, agua, luz, teléfono, cable e Internet, tarjetas de crédito, alquileres, todo esto por tres meses, y esos pagos serán diluidos sin intereses en 2 años; en Ecuador renunció la ministra de Salud, Catalina Andramuño, por la falta de recursos para enfrentar el COVID-19, y en Perú, ante el miedo por el contagio, sucedió un intento de fuga en una cárcel de Trujillo, donde hubo al menos cinco heridos.
Un estudio publicado por el Health at a glance de la OCDE, dio datos de con cuántas camas de hospital por cada 100 mil habitantes cuenta cada país: Japón 1,340, Corea del Sur 1,150, Alemania 830, Rusia 820, Francia 650, Argentina 500, mientras que México cuenta con solo 150 camas, sólo 40 más que Bolivia, que cuenta con 110.
Según las estadísticas publicadas por El País, algunos de los países que más crecerán en este 2020 son: Irlanda, 3.5%; Australia 2.3%; Corea 2.2%; España 1.8%; Portugal 1.6%. Mientras que México decrecerá hasta en – 4.5%, según algunas estimaciones. ¿Qué nos espera entonces a los mexicanos?
Uno imaginaría que, ante una pandemia de esta magnitud, que ha dejado ya a nivel mundial, según un recuento de la Universidad Johns Hopkins al menos a 341 mil infectados y más de 14 mil 700 muertos, debería ser evidente que el gobierno de la República tomaría acciones y medidas serias ante tal problema, pero las cosas no han sido así.
Mientras que los Presidentes de otros países toman acciones reales para combatir esta dura realidad, el 18 de marzo, el presidente López Obrador salió a declarar en su típica mañanera, ante los medios de comunicación nacional, ¡Sí señor, los medios nacionales!, que la única defensa que él necesita, y tiene, son sus “guardaespaldas”: dos escapularios, un trébol de cuatro hojas y un dólar que guarda en su cartera. ¿Es esta la actitud preocupada de un gobernante? ¿Es esto lo que necesita el país? Tenemos como Presidente a un personaje que parece salido de un chiste de revista; un individuo que toma como chiste lo que está sucediendo en el mundo y en nuestro propio país; un individuo, al que definitivamente le quedó grande el puesto.