ESTÉNTOR POLÍTICO
Miguel Ángel Casique Olivos
En estos días de «cuarentena» y prevención para los mexicanos sobre la pandemia del Covid-19 salen a relucir, con más precisión, certeza y muchos detalles, las deficiencias y los errores que cometen los gobernantes en sus tres niveles y sobre todo los del mandatario nacional, Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Por ejemplo, hemos visto cómo el retraso en las acciones en la prevención puede traer un «contagio» mayor de lo que se prevé, pero, además, es potencialmente más peligroso por las condiciones de miseria y pobreza que sufrimos todos los mexicanos y que han traído, como efecto, también un deficiente y muy mal sistema de salud.
Entre ayer y hoy se han publicado dos encuestas, que aunque muchos mexicanos o especialistas no les dan tanta credibilidad (y algo de razón tienen), lo cierto es que sí se pueden tomar como un termómetro o como una medición de lo que una parte de la población siente y tiene en mente. Los dos ejercicios son: Encuesta del diario Reforma donde el 44 por ciento de los que participaron en la consulta desaprueban la forma en que el presidente AMLO está manejando la situación del Coronavirus; sólo el 37 por ciento lo aprueba. La encuesta, para que usted no tenga duda o crea que es manipulación de este espacio no presentar la información completa, se realizó vía telefónica a 400 adultos entre el 19 y 23 de marzo.
El otro ejercicio es de la encuestadora «Arias Consultores» y aquí el 69.8 por ciento de los mexicanos (70% redondeado y 7 de cada 10 habitantes) desaprueba el «esfuerzo» del presidente y su gabinete para prevenir y controlar el Covid-19; aquí mismo, el 81.2 por ciento piensa o cree que las medidas para prevenir y controlar el Coronavirus son insuficientes y también el 83.1 por ciento considera que el sistema de salud no está preparado para una epidemia.
El objetivo de las medidas para evitar el contagio de la pandemia es muy claro. La gente se aísla y la mayoría se queda en casa, no debe haber concentraciones masivas, etc.; en los últimos tres días se han incrementado las acciones preventivas, que están muy bien aunque son aplicadas tardíamente, de cerrar establecimientos y centros culturales y deportivos; no sólo en la Ciudad de México sino ya, en todo el país; el riesgo de contagio será menor, pero esto se debió hacer desde hace varias semanas.
Por otro lado, como efecto de esas medidas, la economía del país tendrá serios problemas y pegará más conforme avance la etapa de «cuarentena»; de hecho, ya está afectando a la economía familiar; por ejemplo, mucha gente que trabaja en la informalidad, tarde o temprano se le acaban las reservas económicas y comienza a sufrir porque no tiene alimentos suficientes, y, aunque tuviera forma de adquirirlos, los precios de algunos productos seguirán subiendo, algunos al doble, que pega directo a las familias más pobres del país, que sumados dan la cifra 100 millones de mexicanos.
Dice el dicho popular que «no hay peor ciego que el que no quiere ver» y hoy sabemos (y diariamente se vuelve a confirmar) que el mandatario embona muy bien dentro de esa sentencia, por la sencilla razón de que él y su gabinete sabían a detalle que el Coronavirus venía en serio y que nuestro país tenía serios problemas -mostrados ya desde que empezó su gobierno-, y que desde el gabinete morenista no hicieron nada para resolverlos; por ejemplo, el deficiente sistema de salud donde faltan medicinas, doctores y hospitales, o la pésima economía de México que está en cero crecimiento. AMLO no quiere ver lo que pasa en México y eso es lo peor, y no sólo para él, sino para todas las familias mexicanas que son las que más sufrimiento tendrán con la pandemia.
El «detente» de AMLO no ayuda en nada, y no es cuestión religiosa o de creencia, porque la sentencia bíblica fue bastante clara: «ayúdate que yo te ayudaré». AMLO no se quiere ayudar para ser un bueno gobierno y ayudar, por esa vía, a la población más necesitada. Hoy a menos de año y medio de su gestión es rechazado y por eso, en esta crisis de Covid-19, el 70 por ciento desaprueba la lentitud con la que ha actuado. En lugar de ver la realidad y hacer múltiples esfuerzos para atender la situación prefiere, con sus falsas consultas, desaparecer la Cervecera Constellation Brands y retar a la IP y a los empresarios.
La economía mexicana no sólo va a seguir mal, sino que va a empeorar; la afectación de la pandemia a los mexicanos dejará sin vida a muchos mexicanos y también volverá a poner en primer plano que a México le hace falta un gobierno verdadero, capaz de gobernar con los mexicanos y para los mexicanos. AMLO, Morena y su Cuarta Transformación están muy lejos de hacerlo y siguen cavando su propia tumba, sólo que ahora con más rapidez.
El clímax no político…
La IP sí está enojada con AMLO y se vio en el comunicado girado en donde los empresarios calificaron de arbitraria, autoritaria y violenta la decisión que se dio el fin de semana, que mediante una consulta, el gobierno decidió cancelar la planta cervecera de Constellation Brands.
El gobierno federal cometió un error y eso tendrá un impacto incalculable para la economía nacional, porque «en un contexto internacional de crisis, en el que necesitamos más que nunca de la inversión, el daño generado al futuro para la economía es incalculable”, comentó don Carlos Salazar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
¿Hasta cuándo AMLO abrirá los ojos y se dará cuenta que está cometiendo grandes y graves errores? Dicen que los perritos abren los ojos a los 15 días de haber nacido, y algunos presidentes, como AMLO… nunca los abrirá. Por el momento, querido lector, es todo.