Por: Ricardo Alberto Calleja
|No todo es COVID-19 en Hidalgo donde incluso ya se registró el primer deceso de un hidalguense. A la emergencia sanitaria se suma también el dengue y la influenza. De 2018 al 2019, Hidalgo registró un aumento del 55.6 % en los casos de dengue; 139 en 2018 y 912 en 2019. Según la Dirección General de Epidemiología, el virus que circula en Hidalgo es el DENV 2, una de las cepas más peligrosas que existen de este virus; hasta el momento se han registrado 20 casos, concentrados en Huejutla (10), Atlapexco (4), Huautla (3), San Felipe Orizatlán (2) y Calnali (1).
El otro problema es la influenza. Hasta el 26 de marzo se habían registrado 214 casos. En cuanto a defunciones, esta semana murió otra persona por esta enfermedad, por lo que ya suman 23 decesos; a nivel nacional, Hidalgo ocupa el cuarto lugar, solo por debajo de la Ciudad de México, Sonora, y Jalisco. A nivel nacional, ha causado 316 muertes, según el informe de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud.
Si bien es cierto que el nuevo coronavirus ha demostrado ser una grave amenaza a la salud de los seres humanos, no se debería ignorar el avance silencioso de los casos de dengue e influenza que afectan, sobre todo, a municipios con un alto grado de marginación.
Es necesario que el gobierno del estado aplique medidas para evitar que no solo el coronavirus, sino también el dengue y la influenza, causen graves daños en la vida de los hidalguenses que viven en las comunidades con altos índices de pobreza donde aislarse y quedarse en sus casas no es una opción cuando se vive al día, de lo que ganan con su esfuerzo. El sector más vulnerable también necesita ser ayudado y el gobierno puede y debe hacerlo, es su responsabilidad.