Los indicadores macroeconómicos en México se deterioran rápidamente, pese a ello, el país es el único ente las principales economías en América Latina que no cuenta con un “paquete fiscal significativo” para responder a la crisis que trajo consigo la pandemia de Covid-19, advirtió Goldman Sachs.
En este contexto, se espera que se agoten los recursos del Fondo de Estabilización de los Recursos Presupuestarios (FEIP), que equivale a cerca de 0.6 por ciento del producto interno bruto (PIB) y aún con ello que la recesión y una ampliación significativa del déficit fiscal eleven la deuda del actual 44.9 por ciento a un rango de 54 a 57 por ciento a finales de 2020.
“Una combinación de crecimiento débil, deterioro del equilibrio fiscal, aumento de pasivos cuasifiscales, menoscabo del sentimiento empresarial y credibilidad débil de la política probablemente conducirá a rebajas en la calificación crediticia a corto plazo”, advirtió en un reporte a especialistas.
El comentario de Goldman Sachs se da a conocer un día después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador diera a conocer la ampliación y el adelanto de programas de transferencias que caracterizan su administración; al tiempo que, reiteró, no piensa acudir por deuda a los organismos internacionales.
De acuerdo con el banco de inversión, el presidente sigue “ideológicamente indispuesto” a comprometer recursos financieros significativos para ayudar a las empresas del sector privado a navegar la crisis. Exhibió que lo anunciado por López Obrador es prácticamente nulo frente a paquetes fiscales anunciados en Brasil, Chile, Argentina, Colombia y Perú, que van del 1.3 al 7 por ciento del PIB de esos países.
Con dicho antecedente, estimó que el presupuesto federal revisado para 2020 aún se basa en supuestos optimistas –como el crecimiento real del PIB, la producción de petróleo y la la recaudación de impuestos- por lo que se prevé difícil de ejecutar.
Con un estimado de contracción en 4.3 por ciento y “el eventual anuncio de un paquete de estímulo fiscal para hacer frente al significativo impacto empresarial y social esperado en la recesión” se espera que el balance primario pase de entre -2 por ciento y -3.5 por ciento del PIB en 2020, lo que sería consistente con los requerimiento de endeudamiento del sector público de -6 a -7.5 por ciento del PIB.
“Estas cifras podrían extenderse aún más por la posible asistencia financiera a Petróleos Mexicanos, dado que la compañía aún tiene que ajustar significativamente su plan de negocios y su dirección estratégica frente a los precios significativamente más bajos del petróleo crudo”, advirtió el banco de inversión.