Mientras la Ciudad de México entra a la Fase 3 de la pandemia por coronavirus, trabajadores del Panteón Civil de Dolores, en la Alcaldía Miguel Hidalgo, laboran a marchas forzadas ampliando el área de fosas comunes en este cementerio, reclamando falta de protección para llevar a cabo este empeño.
De acuerdo con trabajadores del Dolores, consultados por REFORMA, las autoridades del panteón han dispuesto únicamente a seis de estos empleados para abrir las fosas, pero también para hacer labores de sepultura de cuerpos sin contar con equipo especializado para realizarlo.
«Tenemos dos semanas abriendo fosas. La primera fue cuando abrimos ocho fosas comunes y llevamos 29 fosas de corte (individuales). Antes nos tenían limpiando dos veces al día las oficinas. Entonces, ha sido abrir fosas comunes, limpieza y sepultar sin protección especial», señaló uno de los trabajadores, quien pidió mantener el anonimato.
El reclamo de este trabajador es que, a pesar de la intensidad que ha significado este trabajo, él y el resto de los asignados a esta tarea no cuentan con beneficios salariales mayores al sueldo quincenal de mil 400 pesos, mientras que otros afines a la Alcaldía y del Sindicato obtienen otro tipo de apoyos.
De acuerdo con un ex funcionario de la dirección de Panteones en la Miguel Hidalgo, quien señaló que el Panteón Dolores cuenta con la única fosa común operante en la CDMX, cada una de éstas podría recibir entre 200 y 300 cuerpos.