El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) entrará en vigor el 1 de julio, sólo un mes después de la fecha prevista anteriormente, pese a que diferentes grupos industriales y políticos han pedido que se postergue aún más ante la pandemia de Covid-19.
A mediados de marzo, el Representante Comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, indicó al Congreso de dicho país la intención de que el T-MEC arrancara el 1 de junio.
El Gobierno de Estados Unidos informó que Lighthizer notificó este viernes al Congreso que Canadá y México que han tomado las «medidas necesarias» para cumplir con sus compromisos del T-MEC.
«La crisis y la recuperación de la pandemia de Covid-19 demuestra que ahora, más que nunca, Estados Unidos debería esforzarse por aumentar la capacidad de fabricación y la inversión en América del Norte», mencionó en un comunicado la Oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés).
«La entrada en vigor del T-MEC es un logro histórico en ese esfuerzo. Bajo el liderazgo del Presidente Donald Trump, la USTR continuará trabajando para garantizar una implementación sin problemas del T-MEC para que los trabajadores y las empresas estadounidenses puedan disfrutar de los beneficios del nuevo acuerdo «, comentó.
A finales de marzo, senadores estadounidenses pidieron a Lighthizer que se postergara la entrada en vigor del Tratado, al argumentar que la pandemia ha impactado a gobiernos, negocios, trabajadores y productores de manera global, dejando poco tiempo y recursos para la transición al nuevo pacto comercial.
En ese entonces, los legisladores destacaron que la crisis por el nuevo coronavirus ha cambiado el panorama económico e interrumpido las cadenas de suministro.
Por lo tanto, consideraron que la puesta en marcha debe ocurrir sólo cuando la industria haya tenido oportunidad de entender y efectuar las reglamentaciones de manera efectiva.
En México, también a finales de marzo, la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) planteó reconsiderar la fecha de entrada en vigor del T-MEC, especialmente por las afectaciones a la industria automotriz.
«La nueva regla de origen es totalmente distinta a la utilizada en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y, por lo tanto, implica una serie de cambios de procedimientos, controles administrativos y adecuación de sistemas informáticos, además de la comunicación de los cambios requeridos a los proveedores de la cadena productiva, todo lo cual requiere, cuando menos, seis meses para su implementación», señaló el organismo.
La Concamin aseguró que el aplazamiento también fue solicitado por automotrices de Estados Unidos y Canadá.
Por su parte, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) estimó que, ante la crisis ocasionada por el Covid-19, el sector sufrirá una caída sin precedentes con posibles recortes laborales, por lo que pidió retrasar la entrada en vigor de las Reglamentaciones Uniformes y la Regla de Origen Automotriz hasta el 1 de enero de 2021.
«Tendrá una caída tanto del mercado interno como el de exportaciones sin precedentes en toda la historia, de más de 90 años, del sector en México.
«Es claro que la crisis por el Covid-19 traerá consigo incertidumbre relacionada con la permanencia o posibles reajustes de la planta productiva en la industria, que hoy constituye cerca de 980 mil empleos directos y de la que dependen poco más de 3.6 millones de mexicanos», advirtió la AMIA también el mes pasado.