Con el argumento de la emergencia sanitaria por Covid-19, el Gobierno federal afectará inversiones en energías limpias de hasta 9 mil millones de dólares, los cuales están hoy destinados a proyectos renovables como centrales de energía eólica y solar.
Los más afectados serán los 14 proyectos que faltan por entrar en operación de la tercera subasta de energía eléctrica, que data de 2017, cuya inversión fue por mil 841 millones de dólares y donde el precio promedio de la energía solar ofrecido fue 20.57 dólares por megawatt-hora, el más bajo a nivel mundial.
Con la medida del Cenace, se va a privilegiar la entrada en operación de otras centrales de CFE, entre las cuales algunas utilizan combustóleo y son altamente contaminantes.
Claudio Rodríguez, socio de Práctica de Energía de Thompson & Knight, comentó que detrás de la medida gubernamental está privilegiar el combustóleo de Pemex al que no se le puede dar salida. Otros expertos coinciden en que Pemex tiene que deshacerse del combustóleo que producen a borbotones sus refinerías.
Y es que por cada barril de refinados que produce Pemex, 26 por ciento es combustóleo. En las condiciones actuales de mercado, la petrolera no puede venderlo en Asia, como sucedía antes.
Por ejemplo, en el primer trimestre, Pemex apenas colocó el 43 por ciento del combustóleo que produjo.
Inclusive, especialistas han advertido que, de acabarse el espacio de almacenamiento para el combustóleo, una refinería podría hasta tener que parar operaciones.
En la tercera subasta se adjudicaron proyectos con capacidad conjunta por 2 mil 12 megawatts, de los cuales mil 323 MW son solares y 689 MW eólicos y tendrían que realizar pruebas para comenzar a operar.
Al cierre de la semana pasada, el Cenace publicó un Acuerdo bajo el cual restringe la entrada en operación de nuevas centrales renovables, bajo el argumento de dar mayor seguridad y confiabilidad al Sistema Eléctrico Nacional en medio de la emergencia sanitaria.
El Acuerdo afecta a unos 20 proyectos, sobre todo de la tercera subasta y otros privados, agregó Julio Valle, director adjunto de la Asociación Mexicana de Energía Eólica.
«Es una medida más de eliminar la competencia, de favorecer a un solo participante de mercado y de perjudicar las tecnologías limpias, pero usando de pretexto el tema del coronavirus sin ninguna razón técnica, jurídica ni sanitaria», precisó Valle.