Un promedio de 50 cuerpos diarios se creman en los ocho hornos que tiene la Funeraria J. García López en la Ciudad de México, y en fechas recientes casi la mitad de ellos son de fallecidos por Covid-19, informó su director, Manuel García
El aumento de servicios por la pandemia ha sido de un 40 por ciento y aunque afirmó que tienen capacidad para cremar hasta 60 al día, ya tienen autorización para instalar tres hornos más en los próximos 45 días.
«Si es necesario, se podrían ampliar los horarios de cremación que por ahora es de las ocho de la mañana a las once de la noche, pero un horno necesita aproximadamente seis horas para enfriarse y eso lo estamos haciendo durante las madrugadas, pero por el momento no estamos rebasados», dijo en entrevista.
García indicó que desde el 24 de marzo hasta ayer han cremado 498 cuerpos en cuyo certificado médico aparece la palabra Covid, de los cuales 322 han sido contratados por privados y 176, el 35 por ciento, fueron otorgados gratuitamente a familias de escasos recursos, bajo pedido de las autoridades.
Los números han crecido en los últimos días, por lo que la cremación de cada cuerpo tiene que esperar un lapso máximo de 24 horas, una vez que llega a sus instalaciones.
«Hoy amanecimos con 28 servicios de Covid, adicionales a los que se atienden normalmente», precisó.
Antes del inicio de la emergencia, añadió, J. García López realizaba hasta 30 cremaciones diarias.
En la Ciudad de México hasta ayer se habían sido registrado 997 muertes de personas por Covid-19, y en el Estado de México, 667, principalmente en el área conurbada, aunque las autoridades han reconocido que hay fallecimientos por el virus que no alcanzan a ser registradas.
Debido al aumento en el número de cremaciones, vecinos de la Colonia Juárez, donde se encuentra una sucursal de la funeraria, han denunciado la fumarola incesante y que afuera del edificio hay tráileres refrigerantes con cuerpos.
García confirmó lo anterior, pero garantizó la seguridad del proceso de cremación, en hornos con tres años de antigüedad, y que han sido supervisados por las autoridades.
«Nosotros como una de las funerarias más prestigiadas de la Ciudad, sabíamos a lo que nos íbamos a enfrentar, así es que tomamos las medidas necesarias.
«Esos dos tráileres, efectivamente son termokids, son cámaras de refrigeración que tienen como finalidad preservar los cuerpos que desafortunadamente fallecieron por Covid y que van a ser cremados. Y, repito, estamos preparados por si el número de defunciones se incrementa», dijo.
El directivo añadió que los termokids pueden preservar los cuerpos hasta por 48 horas si fuera necesario, pero por ahora no superan las 24 horas de espera.
Aseguró que han capacitado a todo su personal y que cuentan con equipo de seguridad
«No existe ningún riesgo contra la salud por estar cerca de la funeraria o porque se están llevando a cabo aquí las cremaciones, nosotros garantizamos el cerco sanitario desde que se recoge el cuerpo», insistió.
Fernando Monroy, vecino de la Colonia Juárez, dijo que el problema no es tanto el humo o los tráileres, sino que las personas que llegan a recoger las cenizas no toman medidas de prevención.
«Es gente que viene a recoger sus cenizas, que ha convivido con personas que murieron por Covid y mientras esperan las cenizas se meten a los negocios o esperan aquí y ni siquiera traen cubrebocas.
«También hay algunos trabajadores, como el vigilante de la funeraria que tose de noche y no trae cubrebocas», acusó.
Además, señaló que hay un grupo de personas desalojadas que mantiene un campamento entre las calles de Milán y Roma y que en la zona continúan los vendedores ambulantes.
En una foto publicada en la cuenta de Twitter @LaColoniaJuarez se ve un puesto de comida ambulante junto al tráiler que contiene cuerpos.
«El vendedor ni siquiera trae cubrebocas», dijo Monroy.
Por su parte, el director de la funeraria, reconoció que hay estas molestias, pero dijo que corresponde a las autoridades solucionarlo.