Habitantes de San Miguel Xaltocan, en Nextlalpan, Estado de México, realizan una nueva manifestación por las obras del nuevo Aeropuerto «General Felipe Ángeles», en la Base Militar de Santa Lucía, exigiendo que les paguen 128 hectáreas de tierras comunales que serán usadas para la obra.
Los comuneros, que buscan instalar un nuevo plantón a unos metros de las pistas, aseguran que ayer tuvieron una reunión con representantes de la Sedena, a cargo de la obra, y de Gobernación, sobre el pago de las tierras y los proyectos prometidos para Xaltocan desde 2019, pero no llegaron a ningún acuerdo.
«Estamos haciendo nuevamente el plantón, porque no nos han pagado las tierras; ellos dicen que ya llegaron a un arreglo con el Gobierno Federal, pero en realidad el pueblo ya está inconforme, ya está harto», dijo el señor Arturo Arellano.
«Son las 128 hectáreas que reclamamos, que estamos pidiendo que se nos liquiden, porque por ahí dicen los soldados que esto ya es zona militar y eso es una mentira porque son los terrenos del pueblo de Xaltocan que deben de respetar», añadió.
Al lugar de la protesta llegaron elementos de la Policía Militar.
Los pobladores habían bloqueado el lunes y el martes la entrada principal de camiones a una parte de las obras del nuevo aeropuerto y las autoridades les ofrecieron una nueva reunión ayer martes, aunque ellos aseguran que no llegaron a ningún arreglo.
«No se llegó a nada porque ellos dijeron que venían nada más a informar y que nosotros teníamos que hacer todo lo que ellos estaban diciendo y aquí la situación es que nosotros salgamos beneficiados, porque ellos ya están trabajando una propiedad que no les corresponde, a nosotros como pobladores y como poseedores nunca nos dieron a saber, esa es la inconformidad de la población o comuneros», dijo por su parte Guadalupe Sánchez.
Los pobladores acusaron que el Gobierno afirma haberle pagado al señor Juan Paredes, quien se ostenta como representante del pueblo, aunque los manifestantes no lo reconocen así y tampoco les ha dado ninguno informe.
Xaltocan, al suroeste de la obra, es el poblado más cercano a las nuevas pistas y sus habitantes reclaman el pago de las tierras comunales que el aeropuerto usará como área de amortiguamiento y para la construcción de obras viales, así como supuestos beneficios prometidos, como la rehabilitación de la plaza principal, la reparación de daños de la iglesia afectada por el sismo, agua potable, drenaje y obras de salud y educación.