Por Manuel Pérez Vázquez
|El gobernador de MORENA en Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta, no está en sus cabales. No hay manera más precisa de referirse a una persona que no concatena la realidad de su entidad con sus acciones. ¿De qué otro modo se explica que en medio de una pandemia que ha destrozado la vida de 2,443 poblanos, y a pesar de conocer cifras récord en el empeoramiento de calidad de vida en una entidad, el morenista prefiera ocuparse de resentimientos personales y persecución política? Es absurdo.
La situación en Puebla se puede señalar en números: de 32 estados, Puebla está en el lugar 27 en satisfacción de Necesidades Humanas Básicas; 26 en Salud y Bienestar; 29 en agua y saneamiento; ocupa el séptimo lugar de los peores en Rezago Educativo; octavo con mayor carencia en servicios básicos en la vivienda. Dos de cada tres de sus habitantes trabajan en la informalidad, la cosa empeorará, pues el estado tiene el cuarto lugar entre las entidades que más empleos formales han perdido. Todo lo anterior según el reporte del observatorio “México, ¿cómo vamos?”.
Ahora, conociendo las alarmantes cifras que esbozan la situación en que se encuentran los más de seis millones de poblanos, no se espera nada más que la operación inmediata por parte de un gobernador mínimamente prudente para subsanar la situación, ¿no? Pues no es así. El gobernador ha cerrado sus oídos, ojos y mente a la brutal realidad, y ya ha comprado pleito con la larga lista de poblanos que le exigen resultados, la lista ya incluye: académicos, feministas, dirigentes estatales, periodistas, empresarios, campesinos, y quiero hacer aquí una amplia mención a un particular grupo que ya demostró ser nada despreciable, los estudiantes.
A inicios de año, los universitarios convocaron a una de las movilizaciones más importantes en la historia de Puebla, casi 200 mil jóvenes cimbraron la capital del estado, ¿cómo respondió Barbosa al tsunami de aquella mega marcha estudiantil? Les dijo “yo he estado ahí, y celebro una marcha estudiantil viva, no manipulada”. Así es, el gobernador achacaba una marcha histórica a la manipulación de decenas de miles, no a la violencia, no a su incompetencia, y es más, el experto en marchas es él.
Es aquí donde les quiero hablar del padecimiento de Barbosa. «El síndrome de Hubris, hibris o hybris es un concepto griego que puede traducirse como «desmesura», (según la Asociación Psicoanalítica Argentina) es un trastorno de personalidad observado en personas que tienen un cargo de poder», puede ser padecido por cualquier persona y entre los principales padecimientos están los de una persona «que ‘se la cree’ con el poder: narcisismo, imaginar que lo que piensa es correcto y lo que opinan los demás no, cree que todos los que lo critican son enemigos, etc» y remarcó que estas actitudes «pueden llevar a quien las padece a tomar decisiones erróneas porque la persona pierde la perspectiva de la realidad total y ve sólo lo que quiere ver».
El padecimiento antes señalado podría pasar desapercibido si se tratara de una persona promedio con un cargo administrativo o de poder local, pero en el caso de un gobernante, esto escala a un peligroso escaño, y no son nada despreciables los ejemplos históricos que nos han dado los gobernantes enfermos de poder, la Alemania gobernada por Hitler, de ejemplo, costó 18 millones de vidas. La salud mental del morenista que hoy despacha en Casa Aguayo ha costado ya la vida de miles de mujeres que “se fueron con el novio”, o inocentes que “de seguro se estaban portando mal”.
Hoy en Puebla se padece pobreza, violencia y además, persecución por parte de un enfermo del poder, mis queridos lectores, en semanas anteriores se giró la orden de aprehensión en contra de Rosario Sánchez Hernández, una activista social que simpatiza con el Movimiento Antorchista acusada por robar despensas, cuando lo que en realidad hizo fue solicitar a una camioneta del gobierno desde una prudente distancia, que se repartieran adecuadamente estos apoyos a todos sin distinción de simpatía política. Hoy, quienes presenciaron el suceso han denunciado y desmentido la acusación fabricada por órdenes de Barbosa Huerta.
Sin embargo, la cosa no para ahí, el gobernador ya ordenó maquilar 16 órdenes de aprehensión nuevas a la fiscalía del estado, ¿qué tienen común con el caso de Rosario? Su simpatía política, también son Antorchistas, y también son críticos del gobernador. ¿Qué tendrán en común sus acusaciones? No lo duden, también serán cargos inventados. Otra cosa segura es que la organización antorchista no dejará el caso en el limbo del a ver qué pasa. La embestida electoral del Movimiento Antorchista Poblano (la pesadilla de Barbosa) ya se anuncia para 2021.
Medidas como evitar la propaganda política en las elecciones de 2021 en Puebla, o los cargos penales inventados contra sus adversarios, nos brindan el mapa de la mente de Barbosa, un gobernante lejano del pueblo y cercano a su derrota, ah, y todo en apenas un año, un año apenas va.