Trabajadores de rescate libaneses cavaban este miércoles entre los escombros de edificios en busca de supervivientes de la explosión de un almacén que envió una devastadora ola expansiva en todo Beirut, causando la muerte de al menos 135 personas y dejando más de 5 mil heridos.
Las autoridades dijeron que la cifra de fallecidos podría seguir aumentando luego del estallido ocurrido el pasado martes en los almacenes portuarios que guardaban material altamente explosivo.
El ministro de Salud, Hamad Hassan, sostuvo que hasta 250 mil personas quedaron sin hogar después de que la onda expansiva destruyó fachadas de edificios.
Hassan añadió que decenas de personas siguen desaparecidas, mientras que el primer ministro Hassan Diab declaró tres días de luto a partir del jueves.
Se trató de la explosión más poderosa en Beirut en años, una ciudad marcada por una guerra civil que finalizó hace tres décadas y que sufre por la crisis económica en medio de la emergencia por la pandemia de Covid-19.
El incidente generó una enorme nube en forma de hongo y llegó a sacudir ventanas en la isla de Chipre, en el Mediterráneo, a unos 160 kilómetros de distancia.
El presidente del Líbano, Michel Aoun, dijo que 2 mil 750 toneladas de nitrato de amonio, usado en fertilizantes y bombas, habían sido almacenadas durante seis años en el puerto sin medidas de seguridad, y dijo que eso era “inaceptable”.
Aoun dijo que el gobierno estaba “resuelto a investigar y exponer lo que ocurrió lo más pronto posible, para hacer responsables y develar la negligencia, y sancionarlos con las penas más severas”.
Una fuente oficial vinculada a las investigaciones preliminares indicó que la explosión ocurrió por “inacción y negligencia”, afirmando que las autoridades judiciales y municipales no habían hecho nada por remover el material peligroso.
El gabinete ordenó que funcionarios portuarios involucrados en el almacenamiento o custodia del material desde 2014 sean puestos bajo arresto domiciliario, dijeron a Reuters fuentes ministeriales. El gabinete también anunció un estado de emergencia de dos semanas en Beirut.
La intensidad del estallido lanzó a muchas víctimas al mar, donde equipos de rescate intentaban recuperar cuerpos. Muchos de los fallecidos eran empleados portuarios y de aduanas, personas que trabajaban en el área o que conducían sus autos cerca durante la hora de mayor tráfico el martes por mañana.
El gobernador de Beirut, Marwan Abboud, dijo a la cadena LBC que la explosión causó daños por un valor de al menos 5 mil millones de dólares.
El Gobierno de Líbano declaró estado de emergencia. La medida se aplicará durante las próximas dos semanas y otorga al Ejército plenos poderes durante ese periodo.