Tres veces a la semana la señora Argüello y su hijo Axel Gabriel parten a las 05:00 horas de San Cristóbal de las Casas rumbo a Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, para llegar al Hospital de Especialidades Pediátricas, dependiente de la Secretaría de Salud (Ssa). Toman su turno y se forman, aunque saben que desde 2019 escasea el medicamento.
Axel Gabriel tiene 9 años y padece leucemia linfoblástica aguda, que requiere de quimioterapias y medicamentos para atenderlo. Como él hay 111 infantes con este padecimiento por cada millón de habitantes en el país, según el Registro de Cáncer en Niños y Adolescentes.
Cuando llega su turno, los médicos le dicen a la señora Argüello que no hay medicamentos, que regrese otro día. Ella intenta calmarse pues Axel Gabriel la observa. No lo quiere preocupar, pero el niño se percata del incómodo silencio entre el personal médico y ella.
“Mami, ¿por qué no hay medicamento? ¿Qué va a pasar si no me ponen la quimio?”, le pregunta. Ella lo trata de calmar, le dice que va a estar bien. El niño se contenta un poco, pues las quimioterapias son insoportables. “Se ponen felices porque no los vas a picar o tomar sangre. Los que sí nos angustiamos somos nosotros y los papás”, comenta un médico de ese hospital.
Los días siguientes la mujer busca por doquier, pide dinero, solicita ayuda en redes sociales; teme interrumpir el tratamiento y, con ello, que se pierda la batalla contra el cáncer. “No sólo somos mi hijo y yo, sino muchos los que tenemos este problema”, dice Argüello.
En la fila hay otros afectados por lo mismo, pues en ese hospital se atienden 260 pacientes de cáncer infantil. “Llegamos y no hay medicamento, a veces le dan otro, pero no es conforme al protocolo del tratamiento”, dice Lidia Villafuerte, madre de Alan, de 11 años. “Si no se aplica el tratamiento como debe ser, el temor es que recaiga mi hijo”, comenta Juan Caballero, padre de Joseíto.
Por “el desabasto total de medicamentos”, el pasado 21 de julio la Agrupación Mexicana de Oncohematología Pediátrica (Amohp) solicitó una suspensión en el juicio de amparo 579/2020 ante el Juzgado Cuarto de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México. El litigio seguido por la organización Justicia Justa señala la falta de 20 tipos de medicamentos en ese hospital de Tuxtla Gutiérrez, el incumplimiento del 100% de atención por cáncer infantil y las fallas en los tratamientos desde marzo de 2020.
“Cabe advertir que es un hecho notorio que la interrupción del tratamiento de cáncer provoca la muerte de los pacientes, por lo que el otorgamiento de esta medida cautelar (para otorgar los medicamentos) es una cuestión humanitaria y de protección del derecho humano más básico que protege la Constitución Federal, que es el derecho a la vida, máxime que se trata de niños, niñas y adolescentes”, señala el amparo al cual tuvo acceso el reportero durante una investigación llevada a cabo por Impunidad Cero, organización que mide y visibiliza la impunidad en México.
El director de Justicia Justa, Luis Pérez de Acha, explica que este es el primer amparo que busca responsabilizar a la Ssa y a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y no a los médicos: “El secretario de Salud dice que no es responsable, la Oficial Mayor de la Secretaría de Hacienda tampoco, el secretario de Hacienda tampoco. ¿Nadie es responsable del desabasto de medicamentos? Y con eso se reafirma la invención perversa de culpar a los médicos tratantes (…). Se les quiere hacer chivos expiatorios de una manera malévola”, dice.
“Nuestro objetivo es que ganando el amparo se pueda llevar el tema a otro nivel, porque si se ampara a la agrupación, se está involucrando el tratamiento de todos los menores de edad del país que son atendidos por 300 oncohematólogos; ahí es donde buscamos un efecto expansivo, generar una consciencia profunda de carácter constitucional”, añade.
Con información de Proceso