El 24 de agosto comenzó de manera virtual el ciclo escolar 2020-2021 para todos los estudiantes de educación básica. A través de televisores, computadoras, tabletas electrónicas o celulares los niños y jóvenes mexicanos tomarán sus clases acompañados de sus familiares, principalmente de sus madres, en medio de la pandemia de coronavirus.
El impacto no sólo será para las madres que tienen ocupaciones remuneradas fuera del hogar, también lo es para las que se encuentran autoempleadas e incluso para quienes se dedicaban previamente al trabajo doméstico no remunerado.
En México las tareas domésticas, de cuidados y acompañamiento dentro de los hogares recaen de manera desproporcional en las mujeres. La población femenina dedica cerca de tres veces más tiempo a las labores de limpieza, cuidado de los hijos o personas de la tercera edad, de acuerdo con cifras del Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía).
Estas desigualdades se han pronunciado de manera importante durante la pandemia; antes del regreso virtual a clases ya se registraba que 6 de cada 10 mujeres que tienen ocupaciones remuneradas están laborando desde sus hogares y el 34% de ellas ha declarado que además del home office también se han incrementado sus labores dentro del hogar.
En el mercado laboral formal, las mujeres representan cerca del 40% de las ocupaciones remuneradas totales. Además, la población femenina que trabaja fuera del hogar tiene ocupaciones más precarias; en México sólo 3 de cada 10 puestos de alto rango son ocupados por mujeres, según cifras de la ENOE (Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo).
El tiempo dedicado por las mujeres al trabajo del hogar, además de sus propias ocupaciones fuera de casa, asciende a 40 días al año en promedio, mientras que para los hombres se reduce a 16 días, de acuerdo con cifras del Coneval.
Con diversidad y distintas situaciones se encuentran miles de mujeres en México, que han tenido que adecuar sus actividades de autoempleo a los tiempos de clase de sus hijos e hijas. Desde las que tienen pequeños negocios en establecimientos o las mujeres que laboran en puestos ambulantes.
Las mujeres, también son mayoría en los sectores económicos más vulnerables y afectados por la crisis Covid-19, específicamente en el sector salud, en el trabajo doméstico, los servicios de hospitalidad y preparación de alimentos y en el comercio minorista, según datos del Inegi.
En México las labores de trabajo doméstico no remunerado tienen un valor económico que equivale a 24% del PIB nacional, y cerca del 76% de este trabajo lo realizan sólo las mujeres, independientemente de si trabajan o no fuera de casa, de acuerdo con la Cuenta Satélite de Trabajo No Remunerado de los Hogares del Inegi.
Si a las mujeres se les pagaran las tareas que realizan de manera no remunerada en sus hogares, el valor per cápita ascendería a 59,617 pesos anuales o casi 5,000 pesos mensuales.