Por Luis Fernando Soto
|En agosto pasado, cuando el ex director de Pemex, Emilio Lozoya, declaró por segunda vez ante la FGR que Miguel Barbosa Huerta recibió sobornos para aprobar la Reforma Energética de Peña Nieto, el ahora gobernador de Puebla emprendió un plan para rescatar su malograda imagen pública, producto del fracaso de su administración y gravemente herida al verse involucrado en el escándalo mediático sobre corrupción, alentado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo con el columnista Darío Celis del periódico El Financiero, desde hace un mes el gobierno de Puebla emplea 19 millones 800 mil pesos para mejorar la imagen pública de Barbosa Huerta. Según el columnista, el gobierno morenista de Puebla, “raudo y veloz, puso en marcha una estrategia de contención que incluyó mensajes directos a los celulares de millones de poblanos.
“A través de mensajería instantánea, el gobierno del estado de Puebla comenzó el envío masivo del video titulado ‘Barbosa votó en contra de la Reforma Energética: Checa el video que lo prueba. NO te dejes engañar’”, publicó el columnista el 21 de agosto pasado en el mencionado periódico.
Al leer esta información exclusiva de Celis, nuestra primera reacción fue preguntar a la gente de nuestro entorno profesional y personal si recibieron dicho mensaje y la respuesta se presentó pronta y contundente: NO.
La segunda reacción fue definir en qué, dónde y cuándo se estarían invirtiendo 19.8 millones de pesos para levantar la imagen de Miguel Barbosa en medio de la crisis sanitaria y económica por la pandemia del Covid-19. Por supuesto que no hay espectaculares en las calles ni spots complacientes en la radio y la televisión poblanas.
La búsqueda concluyó en las primeras planas de diarios locales de reciente creación, además de portales de internet y medios impresos que en su momento se desgarraban las vestiduras al defender el gobierno del fallecido Rafael Moreno Valle y que ahora exhiben encabezados triunfantes, rimbonbantes… exageradamente favorables para Miguel Barbosa Huerta.
El único destino visible de casi 20 millones de pesos es la prensa poblana, que se desvive en entrevistas exclusivas y promoción en redes sociales de los dichos del gobernador de Puebla, haciendo de lado los hechos o cualquier crítica hacia las acciones u omisiones de la administración estatal.
También son visibles los ataques a sueldo en contra de opositores del mandatario morenista de Puebla, ya sean integrantes de otros partidos, líderes de organizaciones sociales, rectores de universidades, colectivas feministas y hasta ex colaboradores de la misma administración barbosista; ataques mediáticos que tienen como denominador común la denuncia de suspuestos actos de corrupción ¡que nunca se comprueban!, llenos de datos falsos y mentiras, a sabiendas de los mismos amanuenses que redactan el dictado gubernamental.
Y en la esperanza de que columnistas y periodistas consentidos por el “marinismo” (en alusión al ex gobernador Mario Marín) y el “morenovallimo”, ahora traduzcan, defiendan y encumbren al “barbosísmo”, se asoma el espectro del autoengaño, porque el gobernador Miguel Barbosa Huerta -enfundado en el traje nuevo del emperador-, no advierte la burla de quienes lo entrevistan y suelta declaraciones que ahondan su impopularidad entre la ciudadanía y extendien su incómoda distancia con el gobierno federal y el partido gobernante.
“Moreno Valle me ofreció ser su proyecto”; “Aunque gane la oposición, Congreso me ayudará”; “Morena ignora ser un partido en el poder”; “Manzanilla (Fernando, cuñado de Moreno Valle) era mi proyecto político”; “Inequitativo, el trato de la Federación”, son algunas de las joyas verbales externadas por el mandatario poblano, que se exiben en medios de corto alcance y con resultados contraproducentes. Ya lo dice el refrán: “Exagerar y mentir, por el mismo camino suelen ir”.
Son 19 millones 800 mil pesos tirados a la basura, porque el gobernador de Puebla no se ha dado cuenta de que su popularidad depende única y exclusivamente de un factor: Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo con los resultados de la encuesta “Así van los gobernadores”, correspondientes al mes de agosto y realizada por Arias Consultores, Miguel Barbosa sigue siendo el gobernador peor evaluado del país, con apenas un 9.2% de aprobación contra un 76.9% que lo reprueba.
No obstante, Barbosa aumentó 3 puntos porcentuales entre julio y agosto; la razón, el escándalo Emilio Lozoya, que mejoró los niveles de aprobación de López Obrador y por ende de los mandatarios estatales postulados por Morena y colgados de la imagen presidencial.
Ya veremos cuántos puntos de “rating” suma la 4T en la transmisión del “show anticorrupción”, una trama telenovelera, digna de Yolanda Vargas Dulché, elaborada para mantener la ensoñación de los electores cautivos, mientras el país llora la muerte de casi 73 mil personas por el coronavirus.