Seis de cada 10 personas que fueron asesinadas en México en 2019 tenía, como mucho, la secundaria terminada; y tres de cada 10 apenas la primaria. La cuarta parte de todas las víctimas eran jóvenes menores de 30 años. Este tipo de homicidios, así como los de personas sin empleo, crecieron el año pasado.
Los datos preliminares de homicidios cometidos en 2019 dados a conocer por el Inegi revelan que 36 mil 476 personas en total fueron asesinadas en el país, una cifra ligeramente inferior a la de 2018 que fue un año récord en violencia. Pero algunas víctimas en específico, como los jóvenes, las personas con educación básica truncada o las desocupadas, sí subieron.
Además, la estadística muestra que en algunos estados hay más asesinatos de los que reconocen oficialmente sus fiscalías. Los casos más notorios son los de Chihuahua, Guanajuato, Estado de México y Michoacán, donde las cifras van de 200 a 400 homicidios por encima de lo que habían reportado.
De acuerdo con el balance de Inegi, de las 36 mil 476 personas que fueron asesinadas el año pasado en el país, 32 mil 372 eran hombres y 3 mil 874 mujeres. Como ya se publicó, en el caso de las mujeres es la cifra más alta de víctimas al menos desde 1990, el año más antiguo del que hay registros.
En cuanto a edades, del total de víctimas hay 14 mil 4 que están registradas como menores a 30 años, que equivalen a un 38%. En comparación con 2018, se trata de 257 víctimas más en este rango de edad, lo que convierte a 2019 en el año con más jóvenes asesinados del que haya registro.
Del total de menores de 30 años asesinados, hay 1 mil 494 que no llegaban a los 18 años de edad. Y entre ellos hay 68 que eran bebés que no habían cumplido su primer año de edad; 102 que eran niños de 1 a 4 años; y 83 que tenían 5 a 9 años de edad.
En el otro extremo, el instituto reportó a 590 personas asesinadas mayores de 70 años, ocho casos más que 2018. Se trata, de nueva cuenta, del año con la mayor cantidad de adultos mayores que perdieron la vida de forma violenta en estos registros.
Los datos preliminares de Inegi muestran que del total de personas asesinadas el año pasado, 22 mil 844 personas tenían, en el mejor de los casos, la educación básica terminada. Y la mayoría de ellas ni eso. Es, en promedio, 6 de cada 10 de las víctimas registradas.
En 2018, el registro fue de 22 mil 125 personas asesinadas con solo la educación básica completa o truncada, por lo que la cifra de este año es superior en más de 700 casos.
Del grupo de los 22 mil 844 asesinados este año con solo educación básica o menos, hay 10 mil 440 que solo terminaron la primaria o ni eso. Se trata, en proporción, de casi la tercera parte de todas las víctimas de homicidios en el país.
El desglose a detalle arroja que en 2019 fueron asesinadas 3 mil 261 personas con primaria incompleta; 7 mil 179 solo con primaria terminado; 2 mil 720 con secundaria incompleta; y 9 mil 682 con secundaria realizada.
En el otro extremo, los datos muestran que del total de víctimas hay 2 mil 470 que tenían licenciatura terminada, que equivalen a solo el 6% del total de los homicidios registrados.
Por otro lado, los datos oficiales recopilados por Inegi a partir de los certificados de salud muestran que en 2019 hubo 1 mil 203 personas asesinadas que hablaban una lengua indígena, cifra prácticamente idéntica a la del año antepasado.
En donde sí hubo un incremento es en la cifra de personas asesinadas que carecían de algún servicio de seguridad social (IMSS, ISSSTE, Fuerzas Armadas, Pemex). La cifra pasó de 12 mil 337 en 2018 a 12 mil 681 en 2019.
En promedio, el 35% de las personas asesinadas el año pasado carecía de algún servicio de seguridad social.
Los datos también permiten identificar que al menos 5 mil 740 personas asesinadas en 2019 no tenían ningún tipo de empleo. Se trata de un incremento del 21%, respecto a 2018 donde el registro fue de 4 mil 729.
En proporción, al menos 1 de cada 6 mujeres y hombres asesinados el año pasado carecía de cualquier tipo de empleo formal o informal. Es la cifra más alta de personas desempleadas asesinadas en más de dos décadas de registros.
En cuanto a la población de víctimas que sí estaba ocupada, en general el balance es similar de 2018 a 2019, aunque con ligeros incrementos en cuanto a la cifra de trabajadores artesanales que pasó de 4 mil 763 a 4 mil 954 víctimas; y la de agricultores y ganaderos que creció de 3 mil 199 a 3 mil 307 víctimas.
Con información de Animal Político