El Gobierno de México cerró la frontera a la altura del Puente Internacional Rodolfo Robles y desplegó a cientos de agentes en la ribera del Suchiate, que divide a México y Guatemala, para frenar a la caravana de migrantes procedente de Honduras.
Francisco Garduño, titular del Instituto Nacional de Migración, aseguró que la frontera de México con Guatemala y Belice está resguardada por 10 bases militares, cinco navales y siete de la Guardia Nacional.
El funcionario ofreció el ingreso a los extranjeros siempre que cumplan las leyes mexicanas.
«No es un delito venir al país, pero nosotros decimos que sea con total respeto a la legislación migratoria mexicana. Bienvenidos todos pero con orden, con respeto a la soberanía, a a las instituciones, a las familias mexicanas. Vivir con respeto es orden y progreso», aseguró.
Señaló que el Gobierno de la República ofrece oportunidades de empleo y brinda atención a los extranjeros que se apeguen a las normas nacionales.
Garduño encabezó una ceremonia en la aduana de Suchiate ante cientos de agentes migratorios y militares que fueron desplegados en la ribera del Río Suchiate y el mismo Puente Internacional.
«El Gobierno de la República ofrece al migrante atención médica, empleo, los resguarda tratando de evitar que las mafias hagan presa de ellos. Queremos evitar que los traficantes de humanos vayan a servirse de ellos», aseveró.
Ante la amenaza del Covid sostuvo que el operativo está acompañado de personal de la Secretaría de Salud para detectar posibles casos mediante pruebas y en caso necesario darle el abordaje correspondiente que incluiría cuarentena y hospitalización.
Grupos de migrantes que se se apartaron de la caravana comenzaron a llegar a la frontera sur y unos cuantos han logrado internarse de manera irregular.