De los 34.7 millones de hogares que hay en el país, 16.2 millones (47%) experimentaron alguna dificultad para satisfacer sus necesidades alimentarias por falta de dinero o recursos en los últimos tres meses, reveló el Inegi a propósito del Día Mundial de la Alimentación.
Del total de los hogares en el país, 41% experimentó preocupación de que la comida se acabara; 32% considera que no tuvo una alimentación sana y variada; 32% reportó una alimentación de adultos basada en muy poca variedad de alimentos; 23% de los adultos comieron menos de lo que se piensa debían comer. El 14% de los adultos dejaron de realizar alguna comida del día y 12% de los hogares se quedaron sin comida, de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2018.
Un dato relevante es que en 11 entidades federativas el porcentaje de hogares que experimentaron alguna dificultad para satisfacer sus necesidades alimentarias por falta de dinero o recursos es mayor al 50%.
Las entidades federativas del sureste del país son las que presentan mayores proporciones de hogares que experimentaron alguna dificultad para satisfacer sus necesidades alimentarias. Guerrero y Tabasco, con 73%, encabezan esta lista, seguidas por Oaxaca con 67%, Chiapas 66% y Veracruz 63%.
En contraparte, Baja California con 31%, Ciudad de México 32%, Nuevo León 33%, Querétaro 34% y Aguascalientes 35%, son las entidades federativas del país con las menores proporciones de hogares que experimentaron alguna dificultad para satisfacer sus necesidades alimentarias.
De los 16.2 millones de hogares que experimentaron alguna dificultad para satisfacer sus necesidades alimentarias, en el 32% de los hogares un adulto sintió hambre, pero no comió; en 23% de los hogares, algún adulto comió una vez al día o dejó de comer todo un día, y 7% tuvieron que hacer algo que hubieran preferido no hacer para conseguir comida.
La encuesta reportó 10.3 millones de hogares con alguna dificultad para satisfacer necesidades alimentarias de los menores. En 44% de ellos algún menor tuvo una alimentación basada en muy poca variedad de alimentos; en 35% de los hogares con menores, al menos uno dejó de tener una alimentación sana y variada; en 29% algún menor comió menos de lo que debía comer. La proporción de hogares donde a algún menor se le tuvo que disminuir la cantidad servida en las comidas fue de 28%; en 13% de los hogares algún menor sintió hambre pero no comió; en 13% algún menor se acostó con hambre, y en 9% de los hogares algún menor comió solo una vez al día o dejó de comer todo un día.