Diversas organizaciones campesinas expusieron su “rechazo” al Proyecto de Presupuesto de Egresos para el Campo 2021 y llamaron a los diputados de todas las fracciones políticas a “trabajar unidos, sin distingos partidistas, por un presupuesto justo para el campo”.
Remarcaron que “en plena crisis sanitaria el campo dio la cara por la economía nacional y en un trimestre donde las actividades industriales y de servicios cayeron 26 y 16 por ciento respectivamente, el sector primario solamente cayó dos por ciento”.
Ello fue “gracias al esfuerzo de millones de productoras y productores rurales” que lograron evitar que “una crisis económica y de salud no ha sido aún una crisis social, pese a la baja en la demanda y en los precios de muchos productos del campo”.
Por ello “exigimos lo justo y estamos a favor, como siempre lo hemos hecho, que los apoyos se entreguen de manera directa a los productores”.
Para el Programa Especial Concurrente (PEC) se proponen 334 mil 875 millones de pesos, que se ejercerá a través de ocho vertientes con una orientación social basada en el combate a la pobreza.
A través de pronunciamientpos, el Congreso Agrario Permanente (CAP), la Central Campesina Indepndiente (CCI), Organización Nacional Campesina y Popular (ONCP), la Unión Nacional de Productores Pecuarios (UNPP), la Asociación de Figuras Económicas Rurales y Agroindustriales de Michoacán (Aferamich) y UGOCM Jacinto López, entre otras expresaron que “desde diciembre de 2018, cada año, el presupuesto para el campo ha sido recortado significativamente.
De los 74 mil 476 millones de pesos aprobados en 2018 para la secretaría que atiende al campo, el presupuesto cayó a 65 mil 435 millones de pesos para 2019.
“Al año siguiente el recorte se duplicó, aprobándose para 2020, un presupuesto para la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) de apenas 47 mil 577 millones de pesos”. Ahora la propuesta para 2021, “prácticamente mantiene el recorte para el campo respecto a 2018, con 49 mil 291 millones de pesos”.
Criticaron que “se reitera el enfoque donde sólo mil 548 millones, es decir, tres de cada 100 pesos de la Sader, son para el fomento productivo para la agricultura, ganadería, pesca y acuicultura; y sectores vulnerables como las mujeres rurales, carecen de una partida específica”.
Indicaron que “sabemos que la economía mexicana atraviesa un momento sumamente complejo, pero estamos convencidos que el tema de salud y de seguridad alimentaria deben ser prioridad”.
“Nuestras organizaciones son sociales, dan voz a las necesidades de millones de personas que viven en el medio rural, por ello, respaldamos la posición de apoyar prioritariamente a los más pobres, pero los más pobres de los pobres están en el campo y la pobreza se combate con programas productivos no con asistencialismo. Oportunidades, no dádivas”, exigieron.
Sostuvieron que al campo “le urge impulsar su productividad para seguir siendo competitivo. Las diferencias con la política agropecuaria de otras naciones, tienen al sector primario, ante la falta de respaldo a las y los productores mexicanos, en una desventaja que, si no atendemos ahora, pagarán las siguientes generaciones”.
Indicaron que la Secretaría de Hacienda “ha manifestado que, en 2021, los mexicanos viviremos la peor crisis económica desde 1932. Garantizar el abasto y el acceso a la canasta básica para el país deben ser prioridades de Estado. Vienen tiempos aún más difíciles, promovamos un presupuesto que blinde lo que más queremos: salud y alimentos en las mesas de las familias mexicanas. El llamado es a las y los legisladores para que, en ejercicio de sus derechos, tengamos para 2021 un presupuesto con una política agropecuaria que dé certeza al país y no dependa de comprar lo que se siembra en otras partes del mundo”.