De nueva cuenta, Morena fracasó en su intento por sacar en fast track la reforma que le permitiría al Gobierno federal disponer de 33 mil millones de pesos del Fondo de Salud para el Bienestar en 2021.
Sin coordinador parlamentario y sin operación política, la fracción mayoritaria no logró obtener el quórum necesario para sacar adelante las modificaciones a la Ley General de Salud, a pesar de que durante la mañana las comisiones aprobaron en cuestión de horas el dictamen y, pese a las protestas de la oposición, se dispensaron los trámites para subirlo al Pleno hoy mismo.
En el Pleno se encontraban sólo 239 legisladores del bloque mayoritario, a pesar de que éste suma más de 330 diputados.
Morena no logró ni siquiera que el Partido Verde, una de las bancadas aliadas, le diera los votos para obtener el quórum necesario para procesar una de las reformas prioritarias del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Tampoco consiguió garantizar la asistencia de 68 de sus legisladores.
Durante el debate, la oposición criticó que la fracción mayoritaria pretendiera procesar la reforma vía fast track, e incluso tomó la tribuna por alrededor de una hora para impedir su discusión, por lo que ésta tuvo que llevarse a cabo desde las curules de las y los legisladores.
Frida Esparza, del PRD, acusó a Morena de pretender tomar 33 mil millones de pesos del fondo para destinarlos a lo que se les ocurra.
Aseguró que es una mentira que el remanente vaya a destinarse a la salud, porque el dictamen señala que los recursos «podrán destinarse» a fortalecer acciones de salud.
«Esta palabrita es la trampa, porque así como puede, pueden no enviarse a salud», advirtió.
Fernando Galindo, del PRI, dijo que con la ordeña de 33 mil millones de pesos en los hechos Morena está desapareciendo el Fondo de Salud para el Bienestar, porque en dos años ha dispuesto del 77 por ciento de los más de 100 mil millones de pesos con los que contaba en 2018.
Recordó que el año pasado aprobaron el uso de 40 mil millones de pesos para financiar el arranque del nuevo Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), de los cuales no hay certeza sobre su destino, mientras que la actual reforma permite disponer de 33 mil millones de pesos más.
El ex Subsecretario de Egresos dijo que este dinero no será destinado al sector salud, ya que en el proyecto de presupuesto enviado por la Secretaría de Hacienda para el siguiente año no contempla una partida específica para estos recursos y el programa para la compra de vacunas tiene una reducción en términos reales.
«Esos 33 mil millones que pretenden reintegrar a la Tesorería de la Federación a través de la Ley de Ingresos que quede claro, es para financiar el gasto corriente del Gobierno, no es para financiar el tema de salud», sostuvo.
El coordinador de Movimiento Ciudadano, Tonatiuh Bravo, aseguró que para destinar los 33 mil millones a la salud no es necesaria una reforma a la Ley General de Salud.
Bastaba, dijo, con que en su tercer rubro de gasto, medicamentos y análisis clínicos –los otros dos son atención de enfermedades que generan gastos catastróficos e infraestructura–, se agregara la compra de vacunas.
El emecista planteó que no es necesario sacar el dinero del fondo y transferirlo a la Tesorería de la Federación, ya que una vez que éste sea reintegrado no habrá certeza sobre su destino.
«Para qué lo quieren en realidad, yo se los voy a decir, y está en el Proyecto de Presupuesto. El Ramo 12 de Salud, ¿cuánto tuvo este año?, 133 mil 206 millones. ¿Cuánto le pusieron en la iniciativa? 112 millones. Eso quiere decir que, en realidad, lo que hizo Hacienda fue bajar el gasto en salud del Ramo 12 y luego adicionar los 33 mil millones, para que pareciera que el gasto programado por el Gobierno federal sube en un 9 por ciento, aquí está la falsedad», explicó.
Bravo indicó que el hecho de que los gobiernos estatales aportaran sólo el 13 por ciento del fondo no justifica que las entidades federativas no fueran consultadas para determinar el destino de sus recursos.
El presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, el morenista Erasmo Rodríguez, aseguró que la reforma busca armonizar dos objetivos centrales: atender las enfermedades que generan gastos catastróficos, infraestructura y medicamentos, pero también disponer de recursos para la atención de la pandemia.
Detalló que el dictamen busca establecer un límite a los recursos que le son transferidos al fondo y que no son erogados, para que su excedente pueda ser utilizado para reforzar acciones en materia de salud.
El morenista señaló que el límite fijado al fondo no es absoluto sino una referencia, lo que permitirá que después, una vez superada la emergencia, sus excedentes puedan permanecer para los objetivos del fondo.
Ésta es la cuarta ocasión que Morena falla en su intento por echar mano del Fondo de Salud para el Bienestar: la primera fue cuando intentaron extinguirlo en el marco de la desaparición del Seguro Popular y la creación del Insabi y la segunda tuvo lugar el 7 de octubre pasado, cuando en la discusión de la extinción de 109 fideicomisos, propuso de último momento un transitorio que permitía usar de manera discrecional los más de 100 mil millones del fondo.
Finalmente, la semana pasada incluyeron un transitorio en la Ley de Ingresos que permitía disponer de 33 mil millones de pesos del fondo, mismo que fue retirado luego de que la Oposición reventara la sesión en la que se discutiría.