El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció este sábado un nuevo cierre en Inglaterra a partir de este jueves 5 de noviembre, que durará hasta el 2 de diciembre, como medida para frenar el avance del coronavirus.
El anuncio llega en momentos en que el país europeo acaba de superar el millón de casos de Covid-19.
Hasta este sábado, todo Reino Unido había registrado 1.011.660 infecciones.
«Ningún primer ministro responsable puede ignorar el mensaje de esas cifras», dijo Johnson en una conferencia de prensa, y agregó que el virus se está propagando «más rápido que en el peor escenario» proyectado por asesores científicos.
Dijo también que los hospitales en Inglaterra se quedarían sin capacidad en semanas.
«Los médicos y enfermeras se verían obligados a elegir qué pacientes tratar, quién recibiría oxígeno y quién no, quién viviría y quién moriría», dijo Johnson.
«Ahora es el momento de actuar porque no hay alternativa», aseguró Johnson.
Los negocios considerados no esenciales y los establecimientos de hostelería y restaurantes permanecerán cerrados y la gente «debe permanecer en casa».
Solo podrán salir aquellos que vayan a clases, a trabajar (si no pueden trabajar desde casa), a hacer ejercicios, al médico, a comprar comida y productos esenciales o a cuidar a otras personas.
Las escuelas y universidades seguirán abiertas.
Chris Whitty, principal asesor médico del gobierno británico, dijo en la misma rueda de prensa que hay un aumento en el número de hospitalizaciones en Inglaterra en «prácticamente todos los grupos de edad en los adultos».
«Si no hacemos nada, el resultado inevitable será que estos números subirán y eventualmente superarán el pico que vimos en la primavera de este año», advirtió.
El principal asesor científico del gobierno, Sir Patrick Vallance, dijo que, según los escenarios proyectados por expertos británicos, esta segunda ola de Covid-19 que ya sufre Inglaterra tenía el potencial de ser «el doble de mala o más comparada con la primera ola».