En un escenario donde la violencia se mantiene al alza, México está inundado de armas ilícitas de todo tipo de calibres y modelos: el gobierno federal tiene registro de al menos 2 millones 12 mil 573 armas que ingresaron al país de manera ilegal en la última década, y de ellas todavía un gran porcentaje no se ha recuperado según cifras de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).
De esta cifra, alrededor de 1.7 millones aún están en posesión de particulares, lo que supone un grave peligro para la sociedad, pues no se sabe a ciencia cierta donde pueden estar o quienes las poseen y menos darles un seguimiento.
Deficiencias en las políticas internacionales, así como errores en la revisión en el ingreso de estos artefactos entre ambas fronteras han permitido el arribo masivo de pistolas, rifles y municiones que dañan a la sociedad mexicana
Además, el tráfico ilegal de armas hacia México, ha contribuido a un elevado número de homicidios e ilícitos efectuados con esos artefactos. De hecho los reportes oficiales de incautación de estos artefactos son otra muestra de un problema que ha dañado el tejido social por el número de muertes ocasionadas.
La existencia de armas de fuego sin control en la sociedad mexicana genera un riesgo en cuanto a posibles homicidios o accidentes, el uso en la realización de diferentes delitos, además del flujo financiero ilegal en la compra – venta de este tipo de artefactos, señala un estudio del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República (IBD).
“Existe una asociación ineludible entre las armas que existen en México, con los hechos ilícitos que a diario se registran, ya sean denunciados o no”, establece
En México, de los 18.9 millones de delitos estimados donde la víctima estuvo presente, los delincuentes portaban algún arma en 45.6% de los casos, es decir, casi la mitad de delitos que se realizan en el país está involucrada un arma de fuego de la cual se desconoce su origen o dueño, según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2019 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)
Esa misma encuesta advierte que de los delitos donde el delincuente portaba un arma, en 9.1% de los casos el arma fue utilizada, lo cual es un ejemplo de los problemas que causa el uso incontrolado de armas en México.
El mismo Secretario de la Defensa Nacional (Sedena), General Luis Cresencio Sandoval admitió que hay 2 millones 12 mil 573 armas que ingresaron al país de manera ilegal en la última década, de las cuales 1.7 millones están en posesión de particulares.
Ello contrasta con las 450 mil 625 armas que fueron comercializadas por el gobierno de 2009 a 2019” .
Es decir,se han vendido más armas legales vendidas que las que han sido recuperadas de procedencia ilegal, de acuerdo con dichas cifras.
Según investigaciones, los grupos del Crimen Organizado y carteles en México utilizan armas de fuego para librar guerras brutales entre ellos y agencias gubernamentales, así como para extorsionar a la población civil.
De acuerdo con la investigación titulada “Armas de fuego en la sociedad mexicana. Riesgos para la paz y la seguridad pública”, muchas de las armas que utilizan estos grupos criminales se originan en Estados Unidos procedentes de un tráfico ilegal en la frontera.
ARRIBO MASIVO DE ARMAS
La organización Insight the crime refiere que “algunos expertos estiman que anualmente se introducen ilegalmente más de 210 mil armas por la frontera mexicano-estadounidense” .
Ello implica que en su nivel más alto, se logró alcanzar el monto de 122 millones de dólares entre 2015 y 2017, lo que equivale –de acuerdo a la Oficina del Censo de los Estados Unidos– a doce veces lo exportado entre 2002 y 2004 en materia de exportación legal de armas y explosivos desde el vecino país del norte a la República Mexicana
Dicho informe también refiere que el control y llegada de este armamento es un problema binacional, debido a que “Estados Unidos tiene un exceso de armas, especialmente de la variedad de grueso calibre, y carece de mecanismos de control estrictos. Al mismo tiempo, los actores criminales de México tienen una necesidad constante de armamento de ese tipo”.
Por lo que las deficiencias en las políticas internacionales, así como errores en la revisión en el ingreso de estos artefactos entre ambas fronteras han permitido el arribo masivo de pistolas, rifles y municiones que dañan a la sociedad mexicana
Las armas entran de diferentes vías, tanto oficial como ilegalmente, por lo que existe un gran número de estos artefactos en el territorio nacional, con los riesgos que conllevan.
Otras fuentes refieren que, debido a la cantidad de armas existentes en nuestro país, la sociedad “atraviesa una situación preocupante en materia de violencia homicida y feminicida, y que las armas de fuego se han vuelto cada vez más prevalentes en la comisión de estos delitos, su control debería de ser uno de los ejes prioritarios de la estrategia de seguridad pública”.