La combinación de la pobreza, la desnutrición crónica en niños menores de cinco años, las enfermedades de las personas mayores de 60 años y el vivir en zonas aisladas o remotas hace que la situación de las comunidades indígenas sea “de grave vulnerabilidad” ante la pandemia de Covid-19.
Esa mezcla de vulnerabilidades provoca una “alta tasa de letalidad en este grupo debido a que no cuentan con la atención médica adecuada en el momento que se requiere”. En cifras, se trata de una letalidad del 15 por ciento frente a un nueve por ciento de la media nacional.
El Instituto Nacional de Pueblos Indígenas solicitó al Gobierno Federal “asesorar y apoyar a las autoridades tradicionales en la implementación de medidas de prevención de los contagios en sus comunidades”.
“Los pueblos y comunidades indígenas de México se encuentran en una situación de grave vulnerabilidad frente a la pandemia”, señala el Informe Epidemiológico de la Situación de Covid-19.
Además explica que “los contagios se están desplazando desde los centros urbanos hasta las ciudades que son puertas de entrada a regiones indígenas”, por lo que las autoridades mexicanas “todavía están a tiempo de diseñar una respuesta conjunta basada en un enfoque diferencial y culturalmente pertinente, con la participación de las comunidades y de organizaciones de la sociedad civil”.
Hasta el 28 de diciembre de 2020 se tenía el reporte de 13 mil 30 personas contagiadas en los pueblos indígenas, de las que han muerto mil 846. La mayoría de ellas son amas de casa por la alta concentración y hacinamiento de los hogares, lo que provoca una acelerada transmisión del virus SARS-CoV-2.
A ellas les siguen los empleados, trabajadores de la salud, campesinos y comerciantes, entre otros. El registro de contagios también incluye a 69 gerentes de empresas indígenas rurales.
Entre el personal de salud contagiado dentro de estas comunidades hay médicos, enfermeros, laboratoristas y dentistas, con un total de mil 466 casos (11 por ciento del total).
El informe afirma que la pandemia no creó desigualdades, sino que las exacerbó y reveló las divisiones existentes entre los grupos sociales.
“En muchos lugares, las poblaciones indígenas se encuentran entre las más marginales y precarias. La Covid-19 en México evidencia las inequidades entre diferentes grupos de la población, lo que se manifiesta en la afectación de comunidades indígenas que carecen de un acceso efectivo a la prevención de enfermedades, no se diga a la atención de estas”.
Los pueblos indígenas son particularmente vulnerables a las pandemias, y esto ha quedado demostrado en el pasado con la poca resistencia a las enfermedades respiratorias. Además de que las enfermedades infecciosas, como el dengue y el paludismo, han asolado a las comunidades indígenas durante décadas.