La guerra entre EU-China continúa. En esta ocasión por la rápida recuperación de China ante la pandemia de coronavirus, pues esto ha reavivado el eterno debate sobre cuánto tiempo puede persistir el dominio de 50 años del dólar en los mercados mundiales.
A medida que avanza el yuan, ha reforzado la inclinación de China hacia la hegemonía del dólar, con inversionistas que acuden en masa a activos en el país, prueban el renminbi para el comercio e incluso le dan otra mirada como moneda de reserva, de acuerdo con información de El Financiero.
La desaparición del dólar como moneda de reserva mundial ha sido especulada y predicha durante años.
Antes del yuan, todo el revuelo se refería al euro como sucesor del dólar. Sin embargo, nada logró hacer mella en las fuerzas gemelas que sustentan la supremacía del dólar: el papel de Estados Unidos como motor de crecimiento global y refugio de primera elección para los inversores durante las crisis.
«El centro de la economía mundial se está desplazando del Atlántico norte, donde ha estado durante 500 años, al Pacífico», dijo Marc Chandler, estratega jefe de mercado de Bannockburn Global Forex. «Los mercados de divisas van a reflejar eso con el tiempo».
EL YUAN, MOTOR LÍDER DE CRECIMIENTO
China está cosechando las recompensas. La segunda economía más grande del mundo ahora está lista para deponer a Estados Unidos como el motor líder de crecimiento en 2028, cinco años antes de lo esperado, hace sólo un año después de capear mejor la pandemia, dijo el mes pasado el Centro de Investigación Económica y Comercial.
Si bien la producción estadounidense está lista para recuperarse en 2021, creciendo un 3.9 por ciento, China está en camino de expandirse más del 8 por ciento. Y su banco central está considerando endurecer la política monetaria, en marcado contraste con la promesa de la Reserva Federal de permanecer acomodaticia, lo que ha ayudado a arrastrar el dólar.
De hecho, algunos ven que el éxito económico de China en sí mismo, particularmente al convertirse en un eje de la cadena de suministro global, refuerza la tendencia a tasas de interés bajas en otros lugares y aumenta la divergencia.
EL DINERO HABLA
Los inversores ciertamente se han dado cuenta, inyectando 135 mil millones de dólares en bonos chinos en los 12 meses que terminaron el 30 de septiembre, según muestran los datos compilados por Bloomberg.
Las acciones también se han vuelto populares, atrayendo $155 mil millones durante el mismo período. Si bien la reciente confusión de la Bolsa de Nueva York sobre la exclusión de la lista de varias empresas chinas sirvió como recordatorio de los riesgos regulatorios y relacionados con el comercio que rodean los activos de la nación, los inversores no se inmutaron en gran medida.
En última instancia, es el alijo récord de activos con rendimiento negativo en otras partes del mundo lo que ha hecho que la deuda china sea particularmente atractiva. Los bonos de China a 10 años rinden más del 3 por ciento, frente a poco más del 1 por ciento de los bonos del Tesoro de vencimiento similar.
Con estos valores que también se unen a un número creciente de referencias internacionales que ayudan a los inversores a establecer sus objetivos de rentabilidad, el renminbi está obteniendo otra apariencia como moneda para compromisos tanto a corto como a largo plazo.