El Comité de Oxford de Ayuda contra el Hambre (Oxfam, por sus siglas en inglés) bautizó al nuevo coronavirus como ‘El virus de la desigualdad’, ya que tiene el potencial de aumentar la disparidad económica en casi todos los países al mismo tiempo.
De acuerdo con la ONG, es la primera vez que esto sucede desde que comenzaron los registros de los niveles de desigualdad en el mundo, hace más de un siglo.
Los ricos, 9 meses y los pobres, más de nueve años
De acuerdo con Oxfam, podría tomar 14 veces más tiempo para que la cantidad de personas que viven en la pobreza regrese a los niveles previos a la pandemia en comparación a lo que les tomó a los multimillonarios recobrarse después del duro golpe económico.
Un informe del 24 de enero de 2021, realizado por la organización, sostuvo que las 1.000 personas más ricas del planeta recuperaron sus pérdidas por la pandemia de la covid-19, enfermedad causada por el nuevo coronavirus, en nada más nueve meses.
Una noticia que no es mala por sí sola, sin embargo, la diferencia entre esta cifra con la de las personas que están en situación de pobreza alrededor del mundo es abrumadora, pues podrían tardar más de nueve años en recuperarse de los impactos económicos de la pandemia.
Gabriela Bucher, directora ejecutiva de Oxfam Internacional aseguró en el documento: “Somos testigos del mayor aumento de la desigualdad desde que comenzaron los registros”.
“La profunda división entre ricos y pobres está resultando tan mortal como el virus”
De acuerdo con la funcionaria de la organización, las élites están sobrellevando la pandemia con lujo, mientras que los que están en la ‘primera línea’ (asistentes de tienda, trabajadores de la salud y vendedores del mercado) “luchan por pagar las cuentas y poner comida en la mesa”.
La organización también citó una nueva encuesta global de 295 economistas, reunidos de 79 países, la cual reveló que el 87 % de los encuestados esperan un “aumento” o un “aumento importante” de la desigualdad de ingresos en su país, a causa de la pandemia.
Algunos expertos que dieron este preocupante aviso fueron Jeffrey Sachs, Jayati Ghosh y Gabriel Zucman.
Los grupos más vulnerables
Otro dato importante arrojado por la organización es que las mujeres tienen un nivel de afectación mayor que los hombres.
El informe reportó que representan aproximadamente el 70 % del personal de la salud a nivel mundial. Estos trabajos suelen ser mal pagados y tienen mayor riesgo de contraer covid-19.
La raza también es un factor de riesgo importante con respecto a la desigualdad. Por ejemplo, los afrodescendientes en Brasil tienen un 40% más de probabilidades de morir por un cuadro fuerte de covid que los blancos.
Y, por supuesto, la pobreza también causa muertes por covid: “Las tasas de infección y mortalidad son más altas en las áreas más pobres de países como Francia, India y España, mientras que las regiones más pobres de Inglaterra experimentan tasas de mortalidad que duplican las de las áreas más ricas”, se lee en el documento.
“Las mujeres y los grupos raciales y étnicos marginados tienen más probabilidades de ser empujados a la pobreza, de pasar hambre y de ser excluidos de la atención médica”
Es así como el informe da cuenta de que los más ricos amasan incontables fortunas en medio de la peor recesión desde la Gran Depresión, mientras que miles de millones de personas luchan por llegar a fin de mes.
La organización recomienda poner un impuesto temporal sobre el exceso de ganancias de las 32 corporaciones globales que más se han beneficiado durante la pandemia.
Si se hubiese impuesto desde 2020, el recaudo se acercaría a 104.000 millones de dólares: “Esto es suficiente para proporcionar beneficios para todos los trabajadores y apoyo financiero para todos los niños y ancianos, además de los países de ingresos medios”.
La directora de la organización opina que los gobiernos deben garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a educación, salud y atención social digna; además, deben garantizar que las personas y empresas más ricas contribuyan con su parte justa de impuestos para costear eso.
“Estas medidas no deben ser soluciones de curita para tiempos desesperados, sino una ‘nueva normalidad’ en las economías que funcionan en beneficio de todas las personas, no solo de unos pocos privilegiados”, concluyó Bucher en el informe.