Miguel Ángel Barbosa es, junto a Cuitláhuac García, el gobernador moreno más incómodo para las preferencias del entorno presidencial. Es una tensión que ya viene desde el 2020 y que se ha disparado en las últimas horas tras el arresto del ex gobernador poblano Mario Marín por parte de la Fiscalía General.
Debe decirse que hay una diferencia sutil entre Barbosa y Cuitláhuac. El primero desespera en la cúpula por las cosas que hace mientras que el segundo por las cosas que deja de hacer. Casi un culto a la inoperancia.
La realidad es que, desde la elección extraordinaria de Puebla, Marín fue el principal sustento de Barbosa en su ambición de gobernar el estado. Los hijos de Marín aportaron planificación territorial, acuerdos políticos con alcaldes panistas y priistas y recursos económicos y, más aún, fueron protagonistas absolutos de una campaña con un candidato muy limitado, si se consideran las afectaciones personales de Barbosa que padece.
La detención del ex gobernador es el corolario de otras situaciones que alteran la relación entre la Federación y el Estado. Manuel Bartlett, ex gobernador poblano, hace meses que en reuniones privadas dice que la gestión de Barbosa es fallida y se reúne con otros jugadores estatales de la 4T para recortarle influencia al gobernador en las elecciones de medio termino. El titular de CFE asegura hacer todo esto con el aval presidencial.
El año pasado Barbosa criticó el manejo de la pandemia por parte del gobierno federal. También se quejó del manejo económico y educativo. A fin del 2020 tuvo la audacia de ordenar las detenciones de empleados de la compañía de traslados aéreos que estaba contratada cuando tuvo lugar el accidente fatal de Rafael Moreno Valle y su esposa.
En Palacio ese giro no agradó. El caso Moreno Valle estaba apagado, sin más novedad que el veredicto que dio SCT de que no fue un atentado. Barbosa con sus detenciones sin demasiada sustancia contradijo esa línea.
La caída de Marín es una amonestación grave al gobernador poblano, tanto por su nivel de dependencia política del ahora reo como por ciertos elementos que pudieran conocerse en los próximos días que también unen a Barbosa con el llamado «gober precioso».