- Adultos mayores, los afectados con segunda fase de vacunación
- La vacunación es un derecho de los mexicanos a la salud y a la vida.
Ciudad de México.- El líder nacional del Movimiento Antorchista, Aquiles Córdova Morán, señaló que el presidente Andrés Manuel López Obrador y su partido, Morena, están decididos a hacer un uso electoral del programa de vacunación contra la pandemia de Covid-19. Denunció que el “uso inescrupuloso, e incluso ilegal, de la vacuna contra el coronavirus con fines electorales”, se pudo observar desde las últimas semanas de diciembre pasado, cuando los llamados “servidores de la nación”, que no son sino agentes electorales de Morena, comenzaron a realizar llamadas telefónicas a personas de la tercera edad para ofrecerles vacunarlos, y también fue evidente en actos mediáticos en los que altos funcionarios de la 4T recibían pequeños cargamentos de vacunas que eran presentados como la salvación del país.
En su intervención de video-mensaje semanal, el líder nacional expuso las irregularidades que exhiben un uso electoral de la aplicación del antígeno, primero por las llamadas pre seleccionadas con base a un padrón de beneficiarios de los programas de ayudas en dinero creados por el Presidente López Obrador, lo que ya dejó sin acceso a por lo menos 6.5 millones de adultos mayores, además de la falta de un plan riguroso para la inmunización de todos los mexicanos. Ahora, expuso, serán los adultos mayores los blancos de esta escalada de manipulación: “no parece descabellado suponer que el plan de vender a todos ellos la ilusión de una pronta vacunación, busca incrementar al máximo posible la simpatía de ese sector hacia el Presidente y su partido con vistas a las próximas y a las posteriores elecciones, con lo que “México se encuentra ante una abierta manipulación electorera de la vacuna que es propiedad de todos los mexicanos” dijo.
Afirmó que el programa seguido por la 4T no solo es extraño, inusual, sino también absolutamente innecesario, ya que es más sencillo y eficaz el camino tradicional de una calendarización de todo el proceso, una jerarquización de los sectores sociales y, sobre esa base, determinar los intervalos de vacunación de cada sector, designar los centros de aplicación e incluso fijar fecha y horario de atención al público en el orden establecido, además de darle una amplia difusión a través de los canales de información gubernamentales.
Tras una revisión periodística desde el 23 de diciembre del año pasado, cuando se recibieron las primeras 3 mil vacunas de Pfizer, se observa este plan electoral, haciendo uso de un despliegue mediático de la llegada de las vacunas, cuando apenas se trataba de 3 mil dosis, suficientes para vacunar a mil 500 mexicanos (dos dosis por persona como exige el fabricante) de los 126 millones que somos. “El desproporcionado alboroto publicitario exhibía sin pudor sus propósitos electoreros” sostiene.
De la misma forma, informó que el sesgo electoral también se observó cuando la farmacéutica Pfizer comunicó al Gobierno que, por remodelación y ampliación de sus instalaciones en Holanda, se veía obligada a reducir a la mitad la cantidad de vacunas. En esa ocasión, el presidente López Obrador no protestó ni criticó el incumplimiento; por el contrario, lo disculpó diciendo que su Gobierno “había cedido” la mitad de su dotación al programa Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS), falsedad que se descubrió cuando la propia OMS negó indirectamente el hecho mientras que Pfizer no se limitó a enviarnos menos vacunas, sino que suspendió simple y llanamente los envíos.
En la etapa más crítica de la pandemia, México está sin vacunas, pues esas mercancías están sujetas a la ley de la oferta y la demanda que da preferencia a quienes paguen más por las vacunas, aspecto que aprovechan los países ricos para acaparar la mayor cantidad de dosis tanto para inmunizar a toda su población o con fines de reventa. Reafirmó que mientras que la primera fase no ha concluido, porque buena parte de los trabajadores de la salud no ha recibido la vacuna, o sólo recibió la primera dosis, el gobierno federal acelera las acciones para capitalizarlo electoralmente, prometiendo vacunas que no existen.
Una vez que no se puede confiar en la palabra oficial, sin plazos para cumplir la segunda fase ni el tiempo en que se estima que estarán vacunados todos los mexicanos- según cálculos de los especialistas, necesitaremos 8 años y nueve meses para lograr la inmunidad- el líder social llamó al pueblo mexicano a denunciar esta manipulación y oponerse a ella. “Es deber de todo el pueblo de México, alertado por nosotros, hacer fracasar la maniobra, desenmascararla y nulificarla. Debemos invitar a la gente a no volver a votar por quienes han incumplido todas sus promesas de campaña, y ahora pretenden comprar su voto con promesas cuya falsedad es una burla para los contagiados y muertos por la pandemia” sostuvo.