Los 32 estados reaccionaron para activar programas y acciones de respuesta ante la irrupción de la pandemia de Covid en el país. Sin embargo, el esfuerzo fue con medidas variadas y dispersas, se careció de una coordinación integral a nivel nacional, y también de mecanismos de evaluación de los resultados.
Son conclusiones a las que llegó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), respecto a 667 acciones y programas económicos, de salud y sociales que implementaron los estados entre marzo y agosto, periodo en el que el país enfrentó el llamado ‘primer pico’ de la epidemia. Entre dichos meses, el reporte oficial es que por lo menos murieron 65 mil personas en México, por el coronavirus.
En su investigación, el Consejo encontró que sólo 32% de las acciones o programas de los estados, ya sea nuevos actualizados ante la epidemia, se aplicaron en coordinación con los gobiernos municipales. Y solo en la implementación de la mitad de ellas hubo coordinación entre dos o más dependencias estatales, para la ejecución de los apoyos.
CONEVAL registró que Tamaulipas fue el estado que implementó más medidas de apoyo y reacción ante la epidemia, con 72. En contraste, la Ciudad de México implementó 15. Sonora (9), Veracruz (8), Durango (8) y Tlaxcala (5), son los que menos tuvieron.
Sobre esas cifras, el Consejo destacó que aplicar un mayor número de programas y acciones no necesariamente genera un mejor resultado.
“Por el contrario, cuando existe coordinación, coherencia y complementariedad entre las intervenciones se puede hacer un uso más efectivo de los recursos para atender una situación problemática. La existencia de un mayor número de programas y acciones puede reflejar una mayor desagregación de un problema público y, por consecuente, una mayor dificultad para atenderlo de manera integral”.
El análisis encontró que, de las 667 acciones y programas ante Covid, de empleo, apoyos económicos, vivienda, salud, 50.1% fueron nuevas, y el resto ajustes o adecuaciones de estrategias que ya existían.
“Las fuentes de financiamiento de los programas y acciones fueron principalmente estatales (54.9%); 8.2% se financiaron con otras fuentes; 6.3% con presupuesto federal, referido principalmente a los recursos destinados para el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia; y 5.2% fueron donaciones de privados”, detalló el Consejo.
“La mayor parte fueron apoyos en especie (44.1%), seguido de apoyos monetarios (17.7%), incentivos fiscales (12.9%), créditos (11.1%), entre otros”.
En cuanto a si funcionaron dichos apoyos, solo 36.7% contó con una estrategia de evaluación, según refirió Coneval. Y otro dato: “solo el 12.1% de las acciones implementadas para dar respuesta a la pandemia cuentan con una estrategia de evaluación pública”, es decir, con información disponible para todos, de forma pública, en las páginas de los gobiernos estatales.
Entre la dispersión que halló Coneval, destacan puntos como que todos los estados del país activaron apenas 5 programas de apoyo específico a indígenas, de marzo a agosto de 2020, solo 2 para personas con discapacidad, y 7 enfocados en migrantes.
Solo “cuatro entidades realizaron acciones para atender a mujeres víctimas de violencia de género: Morelos, Nuevo León, Oaxaca y Quintana Roo”, apuntó el Consejo. Morelos, en tanto, implementó “una acción para la atención a mujeres, niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia, y dos acciones para atender exclusivamente a niñas, niños y adolescentes”.
En el análisis de CONEVAL, no se mencionan de forma específica factores como la cantidad de habitantes, densidad y tipo de población, o nivel de epidemia que tenían los estados, en los meses de estudio. En cuanto a los montos de cada apoyo, en muchos casos, al revisar estado por estado la cifra no estaba disponible
“Si bien es importante reconocer el esfuerzo y la respuesta inmediata que han dado los gobiernos estatales, también se debe considerar que existen retos que se deben atender para garantizar efectivamente los derechos sociales. En primer lugar, es necesario contar con una estrategia integral nacional y coordinada; lo que se observa es la generación de acciones y programas específicos que no constituyen una política integral y estructurada”, dice la conclusión del análisis.
Lo que hizo la CDMX
La investigación de CONEVAL encontró que la Ciudad de México aplicó 15 medidas o programas de respuesta ante la pandemia, en el periodo ya mencionado. De ellas, 9 fueron de apoyo monetario, 4 en especie, una mixta y una más de créditos.
El programa de créditos que se menciona es uno llamado “Impulso”, de apoyo a pequeñas y medianas empresas.
En el reporte del Consejo, se señala que la Ciudad de México fue la entidad que dio menos apoyos de créditos, subsidios e incentivos fiscales para el empleo formal, con solo uno, justo el programa mencionado.
En cambio, la Ciudad de México aparece junto a Querétaro como los estados con la mayor cantidad de programas o medidas para ayudar a la gente con empleo informal, con 6 cada uno, “las cuales, en el caso de Ciudad de México están dirigidas a la transferencia de ingresos temporales y para Querétaro se enfocan principalmente en ofrecer fuentes de empleo temporal”.
En el periodo mencionado en el estudio, las entidades que presentaron un mayor incremento de pobreza laboral en la pandemia fueron Quintana Roo (23.1%), Ciudad de México (16.7%), Tabasco (15.9%) y Baja California Sur (15.4%).
Aquí un listado de la cantidad de apoyos que dieron estados:
- Tamaulipas: 72
- Morelos: 50
- Campeche: 43
- Hidalgo: 35
- Guanajuato: 31
- Zacatecas 30
- Guerrero: 29
- Yucatán: 27
- Tabasco: 23
- San Luis Potosí: 23
- Oaxaca: 21
- Querétaro: 21
- Edomex: 20
- Baja California Sur: 19
- Sinaloa: 17
- Puebla: 16
- Baja California: 16
- CDMX: 15
- Colima: 15
- Aguascalientes: 15
- Querétaro: 14
- Nayarit: 14
- Chihuahua: 13
- Michoacán: 13
- Chiapas: 12
- Nuevo León: 11
- Jalisco: 11
- Coahuila: 11
- Sonora: 9
- Durango: 8
- Veracruz: 8
- Tlaxcala: 5