La inseguridad alimentaria se agudizó en países de Centroamérica como resultado de la crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus y el impacto de distintos desastres naturales que han azotado la región, dijo el martes el Programa Mundial de Alimentos de la ONU.
El WFP (por sus siglas en inglés) detalló en un reporte que el hambre en El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua se disparó hasta alcanzar a cerca de ocho millones de personas en 2021 desde los de 2.2 millones de personas que se contabilizaban en 2018.
Según la agencia, los devastadores huracanes que golpearon América Central el año pasado destruyeron más de 200 mil hectáreas de alimentos básicos y cultivos comerciales en las cuatro empobrecidas naciones, que ya venían lidiando con la pérdida de empleos y la contracción económica derivadas de la pandemia.
“Casi el 15% de las personas encuestadas por WFP en enero de 2021 dijeron que estaban haciendo planes concretos para migrar porque sus casas y cultivos habían sido destruidos, los alimentos se estaban agotando y las oportunidades de empleo estaban disminuyendo”, puntualizó.
La agencia dijo además que 1.7 millones de personas en la región se encontraban en la categoría de “emergencia” y necesitan asistencia alimentaria urgente.