El presidente de Rusia, Vladimir Putin, le deseó este jueves “buena salud” a su homólogo estadounidense, Joe Biden, en respuesta a las declaraciones de éste en las que lo calificó de “asesino”.
“En cuanto a las declaraciones de mi colega estadounidenses, nosotros, como él dijo, nos conocemos personalmente. ¿Qué le contestaría? Yo le diría: ‘tenga buena salud’. Le deseo buena salud”, dijo Putin en videoconferencia con representantes de Crimea.
El mandatario ruso dijo además que los comentarios de Biden sobre él reflejan los problemas actuales y pasados de Estados Unidos.
Se le preguntó a Biden en una entrevista si pensaba que Putin era un asesino, y su respuesta fue “sí”. Rusia anunció inmediatamente que convocaba a su embajador en Washington para consultas.
Durante una videollamada con habitantes de Crimea en el aniversario de su anexión en 2014 —hasta entonces la península pertenecía a Ucrania-, Putin dijo que los comentarios reflejaban el pasado turbulento de Estados Unidos.
El mandatario ruso hizo referencia a la masacre de los nativos americanos y la esclavitud, y sostuvo que ese legado penoso pesa sobre el país.
“De otro modo, de dónde vendría el movimiento Black Lives Matter”, acotó.
Dijo que Rusia seguirá cooperando con Estados Unidos cuando convenga a sus propios intereses.
El vocero de Putin, Dmitry Peskov, deploró lo que llamó las “muy malas declaraciones del presidente de Estados Unidos”, que dejan en claro que “no quiere normalizar las relaciones”.
“Procederemos en consecuencia”, dijo Peskov en una videoconferencia con reporteros, destacando que “no ha habido nada como eso en la historia”. El portavoz no respondió si Rusia podría llegar a cortar sus relaciones diplomáticas con Estados Unidos.
Por su parte, Konstantin Kosachev, vicepresidente de la cámara alta del parlamento ruso, afirmó que la “grosera declaración” de Biden supone un punto de inflexión.
“Estas valoraciones son inadmisibles para un estadista de su rango”, fijo Kosachev. “Estas afirmaciones son inaceptables bajo cualquier circunstancia. Inevitablemente llevan a una fuerte exacerbación de nuestras relaciones bilaterales”.
Kosachev advirtió que la respuesta de Moscú no se limitará a retirar a su embajador “si el lado estadounidense no ofrece una explicación y disculpa”, pero no ofreció más detalles sobre qué otras posibles acciones podría tomar el Kremlin.
La relación de Rusia con Estados Unidos y la Unión Europea estaba ya en mínimos como durante la Guerra Fría luego de que Moscú se anexionó la península ucraniana de Crimea en 2014, por su intromisión en las presidenciales estadounidenses, ciberataques y el encarcelamiento del líder opositor Alexei Navalny luego de sufrir un envenenamiento del que él culpa al Kremlin. Las autoridades rusas rechazaron las acusaciones.