Al no pagar salarios a los maestros desde hace más de un año, podrá tener su justicia el próximo 6 de junio en las urnas.
ESTÉNTOR POLÍTICO
Miguel Ángel Casique Olivos
No hace muchos días que el Gobierno Federal se llenó la boca y vociferó a los cuatro vientos diciendo que ya arrancó la vacunación a maestros, como si dijera, “también son prioridad”; pero este 28 de abril, en «La mañanera», una nueva manifestación le llegó a AMLO hasta Palacio Nacional y se trata de profesores del Bachillerato Nicolás Romero ubicado en Pachuca, Hidalgo, que no piden ser vacunados, si no intervención de presidente López Obrador, porque resulta increíble que, en plena pandemia, el gobierno del hidalguense Omar Fayad Meneses, aquel que se ha mostrado muy sumiso ante las instrucciones del poder oficial, haya bloqueado el salario a los maestros desde el mes de marzo de 2020.
La comisión de maestros, en representación del total de los afectados, denuncian que llevan más de un año sin recibir sus pagos; pero eso no es todo, pues resulta que no han sido los únicos agredidos en el sector educativo, también estudiantes indígenas de escasos recursos denuncian que el gobierno estatal les retiró el subsidio que recibían cuatro albergues estudiantiles de Huejutla, Zacualtipán, Mineral de la Reforma y Pachuca; es decir, pareciera que el gobierno de Hidalgo no se da cuenta de la problemática en la que se encuentra la educación en México que se agravó por el Covid-19.
Pero la irracionalidad e indiferencia de la administración estatal para atender a catedráticos y estudiantado parece sin solución, y por eso se trasladaron hasta la casa-oficina del Presidente de la nación, para pedir su intervención y exigirle que se respete el derecho a la educación, al empleo y que se atienda la demanda de liberación de pagos a los profesores, además de restaurar los subsidios para que los jóvenes estudiantes de las zonas más marginadas de Hidalgo, y que habitan los albergues, sigan con su formación académica.
Y es que, a pesar de que la propaganda del Gobierno de Hidalgo se empeña bastante en hacer creer a los mexicanos y a los hidalguenses que tenemos a uno de los mejores gobernadores del país, la realidad es otra. Hidalgo sigue siendo un estado con una gran desigualdad y marginación entre los 84 municipios; según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), 4 de cada 10 hidalguenses se encuentran en la pobreza, 7 de cada 10 son vulnerables (43.8% de la población) porque no tienen acceso a la seguridad social (70.8%) y al menos 679 mil hidalguenses no tienen asegurada su alimentación y se han incrementando las carencias en sus viviendas.
Hidalgo es el cuarto estado del país con la tasa de informalidad más alta con un 73 por ciento, al menos hay 884 mil hidalguenses en la precariedad y con salarios bajísimos que no alcanza (a 1 millón 574 mil de hidalguenses) ni para adquirir los productos de la canasta básica; incluso, en un reportaje televisivo que difundió el Canal 6 de Televisión, sus paisanos con lágrimas en el rostro y la impotencia y coraje le reclamaron: «Él nos resulto peor…», «él está bien, no le falta nada… por lo menos el tiene que comer, tiene para vestirse bien, zapatos, y nosotros no».
Podríamos seguir haciendo un recuento de todas las carencias que sufre la población hidalguense, muchas de ellas mortales (como el hecho de que no haya atención hospitalaria y medicamentos para enfermedades comunes) y tal vez peor que el coronavirus que ha cobrado la vida, hablando de estadísticas oficiales, de 5,997 personas; 38 mil 128 hidalguenses se han contagiado del SARS-CoV-2, datos que nos permiten asegurar que todas las campañas de publicidad (porque para eso sí hay recursos) son una mentira y que en la entidad tampoco se ha hecho esfuerzo verdadero para salvar la vida de los hidalguenses quienes se han visto obligados a salir a trabajar ante la falta de apoyos gubernamentales.
Bien hubiera caído, este 27 de abril, un jalón de orejas a Omar Fayad de parte de Miguel Ángel Osorio Chong, coordinador de los Senadores del Revolucionario Institucional, que ayer reapareció en la entidad para respaldar la candidatura de la coalición Va por México para diputado federal de Benjamín Rico Moreno, sin embargo, nada de eso sucedió. Lo que sí hizo fue ofrecer un mensaje a empresarios hidalguenses a quienes hizo ver que se requiere de un equilibrio en el Congreso federal y local para frenar las decisiones de la Federación y también se lanzó contra los diputados que conforman el Congreso del estado, a quienes reclamó el freno que han puesto en las acciones (sic) que el gobierno del estado desea realizar en beneficio de la entidad.
Por lo visto, Omar Fayad va a pasar a la historia como el peor gobernador que ha tenido Hidalgo, porque los que antes sufrían de hambre, pobreza, miseria y la falta de servicios públicos, siguen esperando que el gobernador cumpla lo que prometió en campaña. De la protesta de los maestros hidalguenses en Palacio Nacional para que se les pague su salario y de que se apoye a los estudiantes más pobres del estado, hay muy pocas esperanzas, porque AMLO resultó igual o peor que el gobierno priista de hidalgo. A pesar de esto la denuncia de tal injusticia, al no pagar salarios a los maestros desde hace más de un año, podrá tener su justicia el próximo 6 de junio en las urnas. Por el momento, querido lector, es todo.