Hoy las burlas le llegan a la candidata a presidenta de Chimalhuacán por el Movimiento Regeneración Nacional, pues resulta que, en sus facultades de candidata y exorcista, la señora quiere volver a la vida los albergues de mujeres violentadas, programa que el presidente desapareció quesque porque “tenían corrupción”. ¡Y al carajo!
La principal propuesta de morena en Chimalhuacán aparece en la propaganda impresa como “casa de la esperanza”, entre paréntesis, refugio para mujeres. Y se precisa, así (sic) la “Creación de un centro de atención a mujeres violentadas para su protección y cuidado, así como de sus hijos; brindar orientación (…)”. O en otras palabras, lo mismo que antes, pero con la unción de la esperanza, esa palabrita que sirve de velo protector contra la corrupción. No filtros, no fiscalizaciones, solo el santo remedio de la esperanza.
La propuesta de reaparecer una “casa de esperanza” a cambio de la desaparición del subsidio federal que beneficiaba a 20 mil mujeres en el país no llega sola, pues además está la creación de una Unidad de búsqueda de desaparecidos, misma que según las autoridades de salud municipal, ya existe desde hace más de seis años.