Los efectos de 14 meses sin clases presenciales en el país han sido adversos, que poder recuperar los niveles de aprendizaje previos a la emergencia sanitaria se llevarán, al menos, tres ciclos escolares; es decir, lo que resta del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, estimó Mexicanos Primero.
Esto, sólo si el gobierno emprende, de manera responsable y honesta, un plan de estudios que parta de un diagnóstico sobre el aprovechamiento de los alumnos durante la pandemia de coronavirus.
A pregunta expresa de Forbes México, David Calderón, presidente ejecutivo de Mexicanos Primero, señaló que el siguiente ciclo escolar, es decir,2021-2022 que inicia agosto, debería estar dedicado únicamente para identificar el nivel logrado de aprendizaje de los educandos.
“Después del gran rezago acumulado de ciclos y ciclos escolares va a tomar más tiempo. Nos va a tomar todo el ciclo escolar, pero enterito, 2021-2022, para identificar en qué punto estamos y resarcir, digamos, algunos de los peores baches, de las peores lagunas que hay ahí”.
David Calderón, presidente Ejecutivo de Mexicanos Primero
“Pero en realidad estos 14 meses deberíamos considerar que se van a poder recuperar hasta dos o tres ciclos escolares adelante si además se es sistemático y se es honesto”, puntualizó.
De acuerdo con Mexicanos Primero, antes de la pandemia existía un rezago educativo de 52%; no obstante, tras las restricciones producto de la emergencia sanitaria el déficit se aumentó a 75%.
“El que se vaya a 75% significaría como una especie de retroceso de tres ciclos escolares. Como si nos fuéramos atrás en el tiempo tres años. Es sólo una medida de referencia, pero se puede ver muy claro. No sólo los estudiantes de 10 años que no logran aquello que es deseable, esperable que es su derecho a los 10 años, sino que tampoco lo logran aquellos que están en 15 años”, señaló.
De acuerdo con estudio que realiza la organización, que comprendió encuestar 2 mil hogares, los rezagos educativos en aprovechamiento matemático y comprensión de lectura se agudizaron en alumnos de 10 y 15 años de edad.
Por ejemplo, en lectura, Mexicanos Primero pudo determinar que un 14.8% de los niños, niñas y jóvenes de 10 a 15 años es incapaz de leer una historia; 41.8% no comprenden un texto de segundo año de primaria y el 61.6% no comprenden un texto de cuarto año de primaria.
Esto ha generado un rezago general en comprensión de lectura de al menos 41.8%, señaló la organización.
El panorama no es menos alentador en el rubro de las matemáticas: 25.8% de los alumnos es incapaz de resolver sumas con acarreo; el 36.4% no pudo hacer restas simples.
Ante el problema, orientado a niños que cursan el tercer grado de primaria: “Juan llevaba 2 billetes de 50 pesos, compró 6 bolsas de cacahuates, más 32 pesos de caramelos. ¿Cuánto dinero le quedo?”, el 88.4%, de los menores de 10 a 15 años, no pudo resolverlo.
El 96.5% no pude responder a operaciones con fracciones.
Una de las causas que se encontró en el estudio es que 56% de los hogares sondeados no tiene acceso a internet. Cabe señalar que el eje estratégico de la Secretaría de Educación Pública fue el programa “Aprende en casa” para dar clases a los alumnos a través de internet y televisión.
“La principal estrategia no fue una buena alternativa para las familias de menores recursos”, concluyó Felipe Hevia, director del Proyecto MIA y que participa en el estudio diagnostico de Mexicanos Primero.
David Calderón reprochó que la Secretaría de Educación Pública (SEP) se niegue a publicar estadísticas sobre el aprovechamiento en la pandemia ya que de acuerdo con sus datos preliminares, el rezago educativo es equivalente a tres grados escolares.
“A los 15 años, la mitad de los estudiantes, un poquito más de la mitad de los estudiantes, no alcanzaban el mínimo esperable en términos de competencias”.
¿Cuál es la ruta para revertir este problema?
La organización Mexicanos Primero propone:
- Claridad y participación de padres, maestros y organizaciones para elaborar un calendario, las condiciones y el escalonamiento de la apertura de planteles educativos.
- Destinar recursos para la rehabilitación de la infraestructura educativa, así como para la compra de suministros y formación docente. Así como una ruta para reconectar a los estudiantes que abandonaron los estudios.
- Adoptar una ruta socioemocional para apoyar a docentes y alumnos ante el regreso presencial a clases
- Rediseño de todo el ciclo escolar con el perfil de recuperación, reforzamiento y renivelación con énfasis en los aprendizajes básicos, como español y matemáticas.
“Las consecuencias de no recuperar las competencias clave se van a arrastrar años y años por delante. La peor de las tragedias sería que, con la simulación y la prisa, las y los estudiantes no puedan continuar a otros niveles, y que queden condenados lo que no logró la pandemia: quedar fuera de continuidad”, advirtió Calderón.