“El incidente fue provocado por una falla estructural asociada a deficiencias en el proceso constructivo”, expresó en un mensaje a medios el secretario de Obras y Servicios de la Ciudad de México, Jesús Antonio Esteva Medina, al leer las conclusiones del primero de los tres informes preliminares del peritaje.
El estudio, presentado en un acto con presencia de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y representantes de la empresa DNV, reveló que en las trabes (vigas) del puente derrumbado faltaban pernos, había soldaduras incompletas y diferentes tipos de concreto.
Además, alguna de las obras no coincidían con el “plano de diseño” original.
En cambio, el informe destacó que la línea operaba “cumpliendo con los protocolos de mantenimiento rutinario”, por lo que no se perfilaría por ahora ninguna negligencia del actual Gobierno de Sheinbaum.
DNV, que sigue estudiando la falla, presentará el segundo informe el próximo 14 de julio y el tercero y definitivo el 30 de agosto de este año.
Además, el Colegio de Ingenieros Civiles de México presentará este jueves su propio informe.
La tragedia ocurrió el 3 de mayo por la noche cuando cedió una viga de un puente elevado de la línea 12, entre la estaciones Olivos y Tezonco, en el sureste de la capital, provocando la caída de un tren con pasajeros que quedó encallado en forma de “V”.
El accidente golpeó la imagen del ex Jefe de Gobierno y actual canciller mexicano, Marcelo Ebrard, quien construyó la llamada línea dorada en 2012, y de la actual mandataria, pues ambos aspiran a suceder al presidente Andrés Manuel López Obrador en 2024.
En su turno de palabra, Sheinbaum insistió en que es un “reporte preliminar” por parte de DNV, por lo que quedan “otros procesos” a seguir y todavía se siguen haciendo “diversos estudios”.
Sobre la depuración de responsabilidades, Sheinbaum aseguró que dependerá de la Fiscalía capitalina y por su parte anunció que conformará un equipo técnico de “altísimo nivel” para realizar un proyecto ejecutivo de “refuerzo y rehabilitación” de la línea 12 para que vuelva a operar.
Ebrard inauguró la línea en 2012 para conectar los barrios populares del sur de la capital, pero las obras estuvieron rodeadas de polémica desde el principio, ya que costaron más de lo previsto y el servicio fue suspendido entre 2014 y 2015 por numerosas fallas.
Con cerca de 220 mil pasajeros diarios, la línea era conocida por sus ruidos y curvas bruscas, además de que vecinos habían denunciado la existencia de grietas en el puente elevado tras el terremoto de 2017.
El accidente ha sido considerado una de las causas principales por las que el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) sufrió un batacazo electoral en los comicios intermedios del 6 de junio en Ciudad de México, bastión histórico de la izquierda.