El aumento de casos positivos, la saturación de hospitales y la falta de medicamentos son indicios de una nueva ola de contagios de Covid-19 en México, advierten los expertos mientras el Gobierno Federal repite el discurso triunfalista de siempre.
Por Adamina Márquez
“Pues no la veía venir, pero la sentí llegar, cinco ingresos al área Covid-19 en 24 hrs. Después de un mes sin un solo paciente, algo está pasando y no es nada bueno”, publicó en su cuenta de Twitter la doctora @mollymagu, médica en el hospital de San José Iturbide, un pequeño municipio al noroeste de Guanajuato.
El mensaje, publicado el 11 de junio, pronto se hizo viral: recibió 390 respuestas, en su mayoría de doctores y personal de salud de varias partes del país, quienes compartieron preocupaciones similares. Por ejemplo, el doctor @FabitinibMD publicó: “Nosotros estamos en pico y con hospitales ya saturados (en Irapuato)”.
El usuario @DonGalaz escribió: “En Mérida, en 10 días, de menos de 100 hospitalizados ya estamos cerca de los 300, y todos los días son casi 200 contagios nuevos, de nuevo nos han pedido tomar medidas; pero ya sabe, mucha gente cree que todo ya pasó y andan molestos con las medidas”.
Y la usuaria @RossFragoso: “Ay doctora, aquí (En BCS) ya nos restringieron otra vez, en todos lados, porque el ‘rebrote’ está pegando más fuerte. (Lo puse entre comillas, porque jamás hubo descenso de contagios)”.
A este mensaje de alarma le sucedieron muchos más durante los días siguientes. El 22 de junio, la doctora Dra. Stefy @DamarisFany, aseguró: “Hay un incremento estimado del 15% de contagios. Seamos precavidos y hagamos lo que nos toca”. Cinco días después, publicaba: “En CDMX se están volviendo a llenar los hospitales privados de pacientes con probable Covid-19”.
En junio, de nuevo se incrementaron las alertas sobre la tercera ola de contagios por SARS-COV2. No es para menos, varios hospitales registran saturación nuevamente en camas destinadas a pacientes con Covid-19, tal como sucedió en diciembre y enero pasados, luego de las vacaciones de fin de año.
Uno de ellos es el hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Los Cabos, BCS, que el 18 de junio amaneció con mil 37 nuevos enfermos de Covid-19, 44 tuvieron que ser intubados, 50 se reportaban en estado grave y 32 tenían síntomas menores y se reportaban estables.
Ese día, el secretario estatal de Salud, Víctor George Flores, reconoció que del total de las camas en el hospital, solo quedaban disponibles 30; por lo que aseguró que el nosocomio estaba a punto de saturarse. “Desde que inició la pandemia, en Los Cabos se han acumulado 10 mil 981 enfermos y actualmente hay un mil 37, el pico más alto en los últimos meses”, declaró a medios locales.
Las primeras alertas comenzaron a sonar en los estados con destinos de playa: Baja California Sur (BCS), Quintana Roo y Yucatán, donde abrieron sus centros recreativos, comercios, restaurantes, centros comerciales, promovieron el regreso presencial a las escuelas y eliminaron restricciones para reactivar su economía con el objetivo de lograr mayor afluencia de turistas durante la Semana Santa.
Sin embargo, al término de las vacaciones, el mensaje del Subsecretario de Prevención y Promoción a la Salud (SS), Hugo López-Gatell, fue triunfalista. Afirmó que tras la Semana Santa no se había presentado una tercera ola de contagios gracias a “las medidas que implementó el gobierno, al comportamiento de la población y a la vacunación contra el virus”.
En los días siguientes, el incremento de contagios se extendió a los estados de la frontera con Estados Unidos (EE. UU.): Sonora, Tamaulipas y Nuevo León, a los que se agregó la Ciudad de México (CDMX), donde los enfermos se incrementaron en 17 por ciento. En la penúltima semana de junio, el país registró un alza generalizada del nueve por ciento de casos confirmados, según informaron las autoridades de la SS.
“Ya inició una tercera ola; ahora, lo que no sabemos es qué tan alta va a ser, ni cuánto va a durar. Va a depender de qué tanto se puedan detectar y aislar los casos y contactos para saber si esta siguiente ola va a ser grande o más chiquita que la ola de agosto del año pasado”, informó a El País, Andreu Comas, investigador en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP).
Según la proyección del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington (IHME), si continúa esta tendencia, la tercera ola por Covid-19 llegaría a su punto más alto en septiembre próximo. En palabras de la institución, el incremento acelerado de las defunciones se registraría a finales de agosto. En el peor de los casos, a finales de septiembre, México alcanzará un promedio diario de mil 270 defunciones.
Para varios especialistas, el escenario que proyecta el IHME no parece imposible, pues las autoridades de salud, los gobiernos locales y el Gobierno Federal han relajado drásticamente las medidas de prevención: el uso del cubrebocas, el lavado constante de manos y el cuidado de la sana distancia, además de que han dado una falsa sensación de seguridad sanitaria y de que terminó la pandemia.
La advertencia fue desde marzo
Tras 11 semanas de descenso por casos de Covid-19, el 18 de abril, México percibió nuevamente un incremento de contagios. Ese día, la SS emitió un comunicado advirtiendo sobre el aumento de personas con Covid-19 en 10 entidades: BCS, Chihuahua, CDMX, Colima, Durango, Estado de México (Edomex), Morelos, Nayarit, Quintana Roo y Tlaxcala.
“Desafortunadamente, al arrancar la semana que abrió el domingo reciente, el domingo 18 de abril, vemos que ya no continúo reduciéndose; al contrario, ha empezado a aumentar, ligeramente; pero ha empezado a aumentar, en este momento, cuatro por ciento con respecto a la semana pasada”, informó Hugo López-Gatell, y agregó: “En algunos casos ya se nota el aumento de las defunciones”.
El Subsecretario sostuvo que a pesar de estos datos aún no emitiría una alerta, pero sí una advertencia a la población; pues aún no se veía un “aumento precipitado” en el número de contagios. En ese momento, el país registraba una ocupación hospitalaria del 16 por ciento, es decir que por cada 100 camas destinadas a pacientes Covid-19, se tenían ocupadas 16. Los casos con mayor ocupación se presentaban en Chihuahua y Tabasco, cuyos registros alcanzaban el 30 por ciento de las camas con respirador.
Pero las alertas sobre una posible tercera ola de contagios se dieron desde meses antes, cuando la mayoría de los estados flexibilizaron las medidas restrictivas ante la pandemia y cambiaron el semáforo epidemiológico a amarillo y verde para que reabrieran oficinas, comercios y hubiera afluencia en los centros recreativos por las vacaciones de Semana Santa.
Uno de los primeros avisos fue previsto por el director general de Promoción de la SS, Ricardo Cortés Alcalá quien, el tres de marzo, declaró, ante los medios en Palacio Nacional, que había riesgo de rebrote tras las vacaciones de abril, porque el contacto físico entre personas incrementaría el riesgo de infección y el inicio de una cadena de contagios.
A esta alerta se unió la del director del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), Jorge Salas Hernández quien, en abril, advirtió que la pandemia estaba lejos de su fin; que, si bien han disminuido los contagios y las defunciones, el riesgo de una tercera ola era inminente si no se mantenían las medidas de prevención.
Han pasado tres meses de estas advertencias sobre el repunte de los contagios, ya que hoy son alertas serias de que México está en la antesala de la tercera ola de Covid-19. En la videoconferencia “Círculo de Liderazgo Periodístico” del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), el doctor Michel Martínez pronosticó que, hacia la primera semana de julio, podrían aumentar significativamente los casos registrados, luego de la flexibilidad en las medidas restrictivas, debido al puente del 21 de marzo y las vacaciones de Semana Santa.
La flexibilización de las medidas sanitarias se generó por la falsa esperanza de seguridad que el Gobierno Federal y las autoridades de Salud han ofrecido a la población en las conferencias de prensa. Su discurso ha propiciado que la gente relaje las medidas precautorias de contagio, pues al pasar a semáforo verde o amarillo en la mayoría de los estados, las personas entendieron que el peligro había terminado, que se olvidaran las medidas sanitarias como el uso de cubrebocas, gel antibacterial y, sobre todo, evitar aglomeraciones.
“La falsa sensación de seguridad que trajo la vacuna ha jugado un papel importante, pero valdría la pena recordar que la inoculación protege en el tema de la letalidad y que la enfermedad no sea tan grave, que el cuerpo reaccione de la mejor manera posible; pero no nos libera de infectarnos”, respondió a El Economista el investigador médico de la Universidad Veracruzana (UV), Gerardo Ortigoza Capetillo.
En palabras del experto de la UV, el indicador más importante para determinar en qué color se ubica el semáforo epidemiológico radica en saber si hay camas disponibles en los hospitales, es decir, el grado de ocupación hospitalaria. Sin embargo, el semáforo ha sido mal entendido.
El propio Gobierno Federal, en su página coronavirus.gob.mx, afirma que el color verde del semáforo significa que “se permiten todas las actividades, incluidas las escolares”. En abril, 16 de los 32 estados del país se encontraban en semáforo verde, y 15 en amarillo; solo Quintana Roo estaba en color naranja. En la última semana de junio, cinco estados habían regresado a semáforo naranja, entre ellos la CDMX, ocho seguían en amarillo, y 19 permanecían en verde.
Gerardo Ortigoza Capetillo reveló que el gobierno omite que el semáforo verde solo “indica que hay lugar para ti en un hospital y no que el problema haya terminado; suena duro, pero la gente se confía y probablemente haya muchos más casos de los contabilizados atendiéndose en casa o desde espacios particulares”.
En las últimas semanas, México registró un promedio diario de cuatro mil 128 casos nuevos de Covid-19, la cifra más alta desde la segunda ola. Esto representa 24 por ciento de incremento del pico con respecto a la media más alta reportada el 20 de enero, según la Covid-19 Tracker realizada por la agencia Reuters.
Todavía son pocos los fallecidos: López Obrador
Hasta el cierre de esta edición, México sumaba 2.5 millones de personas contagiadas y 233 mil fallecidos por la enfermedad. Hasta el momento, se han vacunado a 43.3 millones de personas con al menos una dosis; y solo 19 millones de personas recibieron la dosis completa, lo que representa el 15 por ciento de la población.
A pesar de la vacunación, México representa al cuarto país del mundo con más decesos, solo por debajo de EE. UU., Brasil e India, y el decimoquinto en número de contagios confirmados, según el recuento de la Universidad Johns Hopkins.
En su cuenta de Twitter, el excomisionado de la pandemia de influenza en México, Alejandro Macías, escribió: “Parece en México iniciar una 3a ola de Covid-19, menos pronunciada, por casos en: 1 Baja California Sur-Sonora-Sinaloa; 2 Quintana Roo-Yucatán-Campeche-Tabasco; 3 Tamaulipas-Nuevo León; y 4 CDMX”.
Luego advirtió: “Si en México inicia una tercera ola de Covid-19 será principalmente de focos regionales y en población más joven, pues los mayores se han vacunado; ojalá también sea de menor letalidad y menos demanda hospitalaria. Con este virus tendremos que coexistir”.
A pesar de las cifras ascendentes y las alertas de los especialistas, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha minimizado el hecho. En su mañanera del 23 de junio, declaró: “Ahora que hay un repunte en varios estados, los revisamos. Hay en el caso de Sonora un repunte de contagios, pero vamos a decir, no alarmante y todavía no se refleja en el número de fallecidos”.
Pero para el doctor Andreu Comas, del Programa Virus Universitario UASLP-OPS-COPOCyT, si no se ve un drástico incremento en las cifras de contagios y muertes, ello no significa que no estemos frente a un peligro, ni que se exagere en pronosticar una tercera ola: “Primero tenemos la ola de casos, luego viene la ola de hospitalizaciones y la ola de muertes. Si se hace un buen trabajo de atención temprana no debería impactar el incremento de contagios en la cifra de muertes y hospitalizaciones”, declaró a varios medios.
Ante el discurso del Gobierno Federal y las medidas de las autoridades de salud, los especialistas piden reflexionar y cambiar su estrategia para prevenir mayores catástrofes.
El doctor Mauricio Rodríguez, Vocero de la Comisión de Atención a Covid-19 de la Universidad Nacional Autónoma de México, urgió que se acelere la vacunación en el país; pero también a que la población vaya a vacunarse y recibir la dosis completa. “Esto no es solo responsabilidad del gobierno. Detener la nueva cepa es una responsabilidad comunitaria”, subrayó.
Por su parte el Dr. Isaac Chávez Díaz advirtió en su cuenta de Twitter: “Subestimaron al Covid-19 muchas veces: Hay que abrazarse, no pasa nada, cubrebocas solo para quienes tienen síntomas, nos vino como anillo al dedo, serán seis mil defunciones en total, ya se domó la pandemia. NO subestimen la tercera ola”.