“En tiempos difíciles, debemos tener presentes, nuestros éxitos, ver nuestra brillante perspectiva y aumentar nuestro coraje.”
Mao
Por J. Ignacio Mejía
Hoy se cumplen tres años del “triunfo histórico democrático” de Morena y en estos momentos el corifeo López Obrador está llenando de mentiras la prensa y redes sociales. La mayoría de los mexicanos sabemos que fue el hartazgo por la corrupción de los partidos tradicionales y la identificación con el discurso populachón de López Obrador y no su «proyecto democrático» lo que llevó a Morena a hacerse del poder casi absoluto, del país.
Desde ese día la 4T se lanzó contra el Movimiento Antorchista acusándolo de ser una organización intermediaria que lucra con la pobreza de la gente. Puebla no podía ser la excepción, cuanto más si ese estado es la cuna de Antorcha. Con el arribo al poder del experredista Miguel Barbosa Huerta en el 2019, venía todo un plan de ataque contra Antorcha, su objetivo era la eliminación completa de la organización, lo que dejaba ver que no sólo no iban a dejar que siguiera creciendo, sino que no iban a permitir por ningún medio que participara en las elecciones intermedias. Haciendo uso político del Instituto Estatal Electoral (IEE) le negaron su registro como partido local.
Pero la participación electoral no es un capricho de los dirigentes antorchistas, es una necesidad impulsada por el pueblo organizado para defender los avances que sangre le han costado. Por dicha razón es que con todo y lo que estaba en su contra, Antorcha logró ganar algunas candidaturas para participar en la contienda.
Aunque las trampas electorales no son algo nuevo ni propias de un solo partido, era de esperarse que el partido gobernante iba a tener todo el apoyo estatal para ganar o mantener el poder, con el miedo de perderlo debido a la mala administración que ha hecho durante estos tres años. Mucha gente que votó por Morena ya no los apoya. ¿Las razones? A la vista de todos: pésima administración de la pandemia y de la economía que ha devenido en el aumento de muertos y pobres. Estaba claro, entonces, que Morena Puebla haría todo lo posible para conseguir su objetivo a como de lugar.
Leí con atención la columna publicada en el portal Foro21.mx, “Barbosa, en ‘elección de Estado’; impuso a Toño López para que Soraya no llegara al Congreso”, del periodista poblano Gerardo Pérez. El columnista recuerda la impugnación que Barbosa hizo ante su derrota frente al morenovallismo, que sólo la trágica muerte de la entonces gobernadora electa, Martha Érika Alonso, le dio la victoria. No hay que olvidar que, a unas semanas de ocupar el cargo, durante el informe de gobierno de la alcaldesa de Huejotzingo, Ángela Alvarado, Barbosa dijo que Erika Alonso y Moreno Valle le habrían «robado» la elección de julio de 2018 y que el accidente aéreo en el que perdieron la vida en diciembre de ese mismo año habría sido un «castigo de Dios».
Pérez señala que Barbosa tenía tratos con los presidentes de todos los partidos, pero “Para los antorchistas… nada”. Esto no es noticia para los antorchistas pues sabíamos a qué nos enfrentábamos y por qué. Era claro que Barbosa estaba muy interesado en no dejar que Antorcha ganara no sólo en “su terreno” de la zona sur de la capital, sino en todo el estado. Y así se lanzó una campaña llena de compra de votos y uso indiscriminado de los recursos y servicios gubernamentales, para comprar la consciencia de la gente. Gerardo señala puntualmente el caso de la diputación 20 local, donde los ríos de dinero llevaron al exmorenovallista Toño López, de subsecretario de Vivienda de la Secretaría de Bienestar Social a legislador local. ¿Morenista?
Sin dejar de mencionar la sospechosa renuncia de Laura Elisa González Villagrán a la presidencia del Consejo Distrital horas después de la elección, la diferencia entre Toño López (31 mil 131 votos, 42.3%) y la doctora Soraya (29 mil 915 votos, 40%) fue mínima en el PREP, pero las irregularidades eran interminables. Fue así que el equipo jurídico de la doctora solicitó al Consejo Distrital el recuento de los votos que después de una movilización intimidatoria de la policía estatal, el Consejo se declaró incompetente para llevarlo a cabo. Fue así que el conteo se hizo dos días después en las instalaciones del IEE, sí, el mismo que le había negado el registro al MAP.
El resultado era de esperarse. Ya en el recuento sólo se abrieron 128 paquetes electorales de los 220 que habían aceptado abrir. Fue ahí donde confirmamos con nuestros propios ojos el descarado apoyo del IEE hacia Morena. Terminado el coteo y una vez que dejamos las instalaciones, cual bandido, a media noche llegó Toño López a recoger la constancia de mayoría. El fraude se había consumado.
Pérez señala unos datos más que confirman el fraude, pues “el registro final de votos en el IEE arrojara: 61 mil 645 sufragios para Presidente Municipal, 63 mil 418 para diputados federales y 74 mil 821 para diputado local. O sea, la votación para la alcaldía de Puebla tuvo 13 mil 176 votos menos que la del candidato a diputado local ‘ganador’ Toño López”. ¿Cómo se explica? Los resultados ahí están. La doctora Soraya no llegó al Congreso Local no porque no haya tenido el apoyo popular el 6 de junio, sino porque Barbosa usó todas sus cartas, entre otras cosas que no vienen al caso.
Cosa distinta ocurrió en los municipios de Santa Clara Ocoyucan y Huitzilan de Serdán, gobernados por el Movimiento Antorchista.
Huitzilan fue asediada por el cacicazgo por mucho tiempo, no fue hasta que el Movimiento Antorchista llegó en los años 80 que comenzó a salir de su atraso, pues juntos, pueblo y Antorcha, han generado un binomio inseparable que ha transformado el municipio para el bien de sus habitantes. Así se explica que durante 30 años en cada elección se reafirma dicho proyecto. Este 6 de junio 3, 611 votos le dieron la victoria al profesor Josué Elías Velázquez Bonilla, el 51% del total de los sufragios emitidos por encima del abanderado morenista que sólo obtuvo 2, 689 votos.
Si bien es cierto que Ocoyucan lleva gobernado por Antorcha menos tiempo, no es menos importante decir que la mayoría del municipio ha respaldado el proyecto de progreso a pesar de la ambición de un grupúsculo que quiere hacerse del poder no para hacer progresar al municipio sino de las implicaciones económicas de gobernar buena parte de la zona de Angelópolis. Fue ese apoyo hacia la gestión antorchista el que se manifestó religiendo mediante 5, 830 votos, al presidente Rosendo Morales, mientras que su competidor más cercano, 4, 188, dejando a Morena en el tercer lugar con 3, 875.
Pues bien, Barbosa no acepta estos triunfos por los motivos antes señalados. Ahora está haciendo uso de los bloques perdedores para que, en el caso de Huitzilan, desconozcan el triunfo del profesor Josué impugnando por “tope de campaña”; en Ocoyucan, Barbosa pactó desde antes con la facción panista que pide la anulación y repetición de la elección. Todo esto lo hace, como era de esperarse, en el terreno jurídico, en su cancha, pues como ya nos queda más que claro, controla a su antojo las instituciones electorales.
Preguntaba al término de su columna el periodista Gerardo Pérez: ¿Qué sigue para la organización Antorcha Campesina? Lo que debe de seguir para una organización de lucha, acostumbrada a la persecución y las calumnias. Resistencia y más lucha. El Movimiento Antorchista ha formado durante más de 45 años algo más importante que una victoria electoral, ha formado consciencia organizada, dignidad y orgullo. Los huitziltecos ya no son los mismos que antes de que Antorcha llegara, ahora se levantan en miles para seguir llevando al progreso a su municipio y se levantarán para defenderlo, como lo han venido haciendo. El líder de la Revolución comunista china recitaba:
“Todo eso es ya parte del pasado.
Ahora solamente hay hombres de coraje”.
Por su parte, quienes respaldaron a Rosendo en Ocoyucan, saben bien que no es tarea fácil hacerle frente al poder estatal, pero también saben que cuentan, como los huitziltecos, con millones de voces, cerebros, corazones y brazos, donde yo, soy el menor de todos.
Bueno, queridos lectores, mientras AMLO está en su palacio informando «no sé qué carajos» a unos cuantos incondicionales, están al rededor del zócalo denunciando los atropellos de la 4T al menos 7 mil poblanos. Pequeña diferencia.