La juventud en nuestro país, con 30 o 40 millones de cerebros, son un ejército muy poderoso que AMLO y Morena no deberían ignorar y menos provocar
ESTÉNTOR POLÍTICO
Miguel Ángel Casique
Ante el anuncio oficial por parte de la Secretaría de Salud (SSA) de que esta semana se prevé que la vacunación en México disminuya, pues sólo va a llegar un millón 232 mil 830 vacunas contra el Covid-19, cobra más impacto, relevancia e importancia la protesta nacional que hoy realizan cientos de miles de jóvenes estudiantes en las capitales de los 32 estados y una marcha en el corazón del país con 2 mil jóvenes universitarios, de bachilleratos y de secundarias con la demanda de acelerar la vacunación antes de regresar a las aulas porque «el ciclo escolar se puede recuperar, pero nuestras vidas no».
De acuerdo con las cifra oficiales, en México hay entre 36 millones y 38 millones de estudiantes en todos los niveles, e incluso se habla de que la matricula se ha reducido drásticamente durante el 2020 y lo que va del 2021, todo esto como resultado de los efectos que ha traído la pandemia del coronavirus y su mala atención por parte del gobierno federal morenista; esa cifra, casi una tercera parte de los mexicanos, no debería ser ignorada por el gobierno de la Cuarta Transformación.
Cuando se hizo el anuncio oficial, por parte de del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), de que ya se iba a retornar a la clases presenciales un día después de la elección del 6 de junio, aún y con incongruencias de que el ciclo estaba por terminar y de que era absurda la medida porque no había garantía de las condicione sanitarias y de infraestructura en la instalaciones educativas, miles de jóvenes estudiantes, entre ellos un gran número que pertenecen a la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios «Rafael Ramírez», que dirige Isaías Chanona, levantaron la voz y demandaron al gobierno federal que antes de regresar a clases se tenía que acelerar la vacunación de todos los mexicanos hasta llegar al menos a un 70 por ciento.
La lucha de los jóvenes mexicanos ha ido creciendo y hoy el movimiento estudiantil, por una vacunación más rápida, ha crecido y se expresa en todo el territorio nacional. Jóvenes estudiantes de secundaria, bachillerato y universitarios han pedido López Obrador que los reciba y que se haga un verdadero plan para que se garanticen la medidas sanitarias adecuadas en las escuelas y que se verifique la infraestructura escolar pues el deterioro es visible en miles de escuelas mexicanas.
La respuesta a la exigencia estudiantil es nula y no se les ha tomado en cuenta; sin embargo, como la realidad es más terca que el mismísimo AMLO, hoy México vuelve a enfrentar una crisis sanitaria: por un lado el número de contagios y muertes, tras el cambio de semáforo de rojo a naranja o a verde que relajó las medidas de seguridad, han aumentado, hoy, por ejemplo, en la zona metropolitana vuelve la alerta por falta de camas en Hospitales Covid; por otro lado, la inminente llegada de la tercera ola de contagios y las nuevas variaciones del Covid-19 vuelven a amenazar no sólo a los estudiantes sino a toda la población mexicana.
En México las políticas gubernamentales para atender la salud de los mexicanos, la economía, la seguridad, el empleo, la realización de obras de infraestructura, siguen erradas y nadie en Palacio Nacional dice algo ni lleva la contraria a su jefe político; Morena y su mal gobierno cercan y amenazan la vida de los mexicanos, sea porque los dejan morir por no atender a pacientes de Covid o sea porque cada vez más la población sufre pobreza y marginación y no tienen qué comer, además de las pérdidas humanas por un incremento alarmante de la violencia y la inseguridad.
Hoy el estudiando mexicano al levantar la voz con un grito estentóreo de rebeldía y de inconformidad de cómo gobierna Morena en el país debe sumar más voces; todos los mexicanos, amas de casa, obreros, campesinos, maestros, familiares de niños con cáncer, víctimas de la inseguridad y violencia, personas de la tercera edad, todos, debemos respaldar la demanda de nuestra juventud que hoy marcharán por una de las avenidas principales de la capital del país, la gran y emblemática avenida Reforma. Los jóvenes partirán del Monumento a la Revolución y harán su arribo en Palacio Nacional, sede en la que protestarán con un mitin político-cultural.
Isaías Chanona Hernández, líder de la Federación Estudiantil, ha declarado que la demanda inició desde hace tres meses para que se agilice la vacunación, el presidente López Obrador ha ignorado la voz de los estudiantes: “a pesar de que tuvimos un gran alcance con nuestra protesta, y miles de padres y madres de familia se sumaron a nuestra denuncia, el mandatario prefirió omitir la salud de la población, poniendo en riesgo la vida de niños, niñas, adolescentes y sus familiares, por eso continuamos denunciando que el regreso a clases sin vacunas es homicidio”.
Casos recientes de estudiantes con Covid-19 que se detectaron en aulas de la Ciudad de México, Tamaulipas, Campeche y Morelos, más la llegada de la variante “Delta” del SARS-Cov-2 que afecta especialmente a la población menor de 30 años, demuestra que es preferible no volver a las aulas en estos momentos, ya que el virus puede propagarse con mayor facilidad; también estos hechos vienen a reafirmar la certeza de los planteamientos de la FNERRR que ningún funcionario del gobierno actual quiere escuchar.
Antes de regresar a las aulas la exigencia de los jóvenes es que se debe vacunar al total de la población o al menos a un 70 por ciento, muy lejano del 15 o 20 por ciento que se lleva en la actualidad. “No estamos en contra de las clases presenciales, pues éstas son una necesidad, pero no estamos de acuerdo en que se exponga la vida de la población mexicana, un ciclo escolar se puede recuperar, pero nuestras vidas no.” La juventud en nuestro país, con 30 o 40 millones de cerebros, son un ejército muy poderoso que AMLO y Morena no deberían ignorar y menos provocar; esa juventud que empieza a pensar y a defender con más fuerza y ahincó a su pueblo donde el pobres es demasiado pobre y el rico es demasiado rico, puede ser el detonante para que los mexicanos se concienticen y se organicen en definitiva para barrer con los malos gobiernos, los falsos y antipopulares gobiernos que hoy vemos enquistados en el poder y en Palacio Nacional. Por el momento querido lector, es todo.