Para el año 2020, unos 872 mil mexicanos se sumaron a los 23.5 millones de personas de entre 3 a 21 años que no asistían a la escuela y no contaban con educación obligatoria en 2018, lo que significa que 24.4 millones de personas tuvieron esta carencia.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), entre 2018 y 2020 a nivel nacional, el porcentaje de la población con rezago educativo pasó de 19.% a 19.2%, una cifra que rompe la tendencia anterior, pues durante la última década este indicador –que es uno de los componentes para medir la pobreza multidimensional en el país– había tenido una tendencia hacia la baja.
Así, entre 2018 y 2020, la población de 3 a 15 años que no asiste a la escuela y no cuenta con la educación obligatoria pasó de 2.6 a 2.8 millones de personas, mientras que en el mismo periodo la población de 16 a 21 años en esta circunstancia pasó de 3.7 a 4.1 millones de personas.
“Muestra una tendencia contraria a lo que veníamos viendo, a pesar del cambio en los lineamientos (…) los mismos lineamientos de 2018 permiten captar la amplitud del mismo derecho y nos permite ver la foto completa de la educación obligatoria”, dice Carlos González Seemann, investigador de Mexicanos Primero.
El 21.9% de la población en 2008 se encontraba con esta carencia, porcentaje que se redujo a 16.9% en 2018. En este periodo la metodología abarcaba como educación obligatoria hasta la secundaria, pero al incluirse hasta media superior en 2012, los lineamientos cambiaron para la medición 2018-2020, en la que ya se considera hasta este periodo. Y en 2019, se amplió hasta educación inicial, por lo que posiblemente en el futuro estos lineamientos vuelvan a cambiar.
El especialista de Mexicanos Primero explicó que donde se vio el mayor porcentaje de aumento fue en el grupo de 16 a 21 años que no asiste a la escuela y no cuenta con educación obligatoria, que pasó de 3.7 a 4.1 millones, en tanto que el grupo de 3 a 15 pasó 2.6 a 2.8 millones.
Por entidad federativa, en 2020 las tres entidades con menor porcentaje de población con rezago educativo fueron: la Ciudad de México (9.5%), aunque sí tuvo un incremento respecto a 2018; seguida por el Estado de México (14.1%), y Coahuila (14.3%).
Mientras que, las entidades con mayores porcentajes de la población que presentaron en este indicador fueron Chiapas, Oaxaca y Michoacán, con niveles de 32.5%, 29.6% y 29.4%, respectivamente.
“Al final volvemos a la misma discusión de siempre, la atención debería estar en la población más vulnerable y en los estados más afectados”, aseguró González.
El presupuesto, un factor clave
El Coneval insistió que los resultados reflejan la importancia de lograr que los estudiantes continúen asistiendo a la escuela y concluyan sus trayectorias educativas. Consideró que es relevante brindar a los jóvenes medios como becas y opciones de transporte público para continuar con sus estudios y fortaleciendo los programas que buscan disminuir el abandono escolar, enfocados, en especial a los adolescentes que terminan la secundaria para que puedan llevar a cabo sus estudios del nivel medios superior.
En contraste, Luis Arturo Solís Bravo, vicepresidente nacional y encargado de la oficina de presidencia de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), que el presupuesto para educación comenzó a disminuir a partir de 2018, lo cual se incrementó por la pandemia, y aunque se destinaron becas para los menores, no hay evidencia de que esto ha servido y se ha convertido en una especie de “dádiva”.
“Falta de estadística de que ha habido avance o no, todo este tipo de situaciones en lugar de verse disminuyendo se vuelve en problemática que afecta no solo a los más pobres sino en toda la sociedad”, comentó.
Por su parte, González Seemann señaló que no se ha visto cuáles son las prioridades educativas, pues no todas las problemáticas en la materia se resuelven con becas sino que se necesitan focalizar los recursos y esfuerzos.
“Estamos muy lejos porque ha habido recortes presupuestales, en términos de gasto público no es prioritaria la educación, porque el aumento de becas, no resuelve problemas educativos, porque no hay voluntad”, afirmó.
Esto contrario a lo que el presidente López Obrador ha manifestado de que la educación en su gobierno es una prioridad y en contraste a los resultados del rezago presentado por el Coneval, en donde en vez de reducirse esta carencia, aumentó.