Bajo presión de Estados Unidos para contener la inmigración irregular, México ha estado trasladando silenciosamente por vía aérea a miles de migrantes indocumentados hacia el sur del país para acelerar su salida, dijeron a Reuters funcionarios y migrantes.
El gobierno de la nación latinoamericana dijo a fines de mayo que había realizado cuatro vuelos para regresar a migrantes a través de lo que denominó un “puente aéreo”, sin embargo, no precisó cuántas personas iban en ellos.
México ha enviado a unas 13 mil personas desde ciudades del norte hacia su frontera sur en unos 100 vuelos, complementando los esfuerzos de Estados Unidos para trasladar a migrantes de vuelta a Centroamérica, dijeron dos funcionarios mexicanos familiarizados con el asunto.
Unas mil 200 personas volaron hacia el sur solo la semana pasada, precisaron. Esas cifras no habían sido reportadas anteriormente.
El Instituto Nacional de Migración de México declinó hacer comentarios. En tanto, la Secretaría de Relaciones Exteriores dijo en una declaración a Reuters que apoyaba un sistema migratorio humano con respeto a las leyes nacionales e internacionales y que estaba trabajando con Washington para abordar las causas de la migración.
Los vuelos con migrantes ocurren en momentos en que la administración del presidente estadounidense Joe Biden enfrenta cada vez más críticas por su gestión del problema.
“Todo es para complacer a los gringos, que están muy preocupados por el tema migración”, dijo uno de los funcionarios mexicanos. “Se busca acelerar lo más posible esas expulsiones”.
Mientras tanto, México está presionando a Estados Unidos para que levante las restricciones de cruces no esenciales a través de su frontera compartida, las cuales fueron impuestas tras estallar la pandemia de Covid-19 en 2020.
El Departamento de Estado estadounidense no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
ESQUEMA REPETIDO
A principios de este mes, la administración de Joe Biden comenzó a transportar a familias centroamericanas y mexicanas al sur de México para disuadir la migración, reanudando una práctica común durante la gestión de su predecesor Donald Trump.
Los migrantes que abordaron los vuelos mexicanos eran de distintas nacionalidades y habían sido detenidos según la ley mexicana o expulsados de Estados Unidos en virtud de medidas como el Título 42, un mecanismo utilizado para acelerar las deportaciones durante la pandemia bajo la administración Trump, explicó uno de los funcionarios.
Las detenciones de inmigrantes indocumentados en la frontera sur de Estados Unidos con México aumentaron en 2021, acumulando presión sobre Biden y, con ella, sobre el gobierno mexicano para detener el flujo.
Desde octubre del año pasado, los agentes estadounidenses han llevado a cabo un millón 276 mil detenciones o expulsiones de migrantes que cruzan la frontera de Estados Unidos sin documentos, incluidos casi 200 mil solo en julio.
El martes, un vuelo que transportaba a decenas de migrantes, incluidos niños, aterrizó en la ciudad mexicana sureña Tapachula, según un testigo de Reuters y observadores de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA, por sus siglas en inglés), un grupo de defensa.
Luego, las autoridades mexicanas hicieron que los migrantes abordaran autobuses que los llevaron durante media hora a un cruce fronterizo remoto, y ahí les dieron instrucciones de cruzar el puente peatonal hacia Guatemala, según los testigos.
Un miembro de la Guardia Nacional de México en Tapachula detalló que cuando los aviones aterrizan, los migrantes son transportados en autobuses de un centro migratorio a los puntos de cruce en Talismán y Ciudad Hidalgo, desde donde ingresan a Guatemala.
El gobierno del país centroamericano no respondió a una solicitud de comentarios.
Entre los que tomaron el vuelo del martes se encontraba Antonio, un hondureño de 26 años, quien rompió en llanto después de que él y su pequeño hijo llegaron al pueblo guatemalteco El Carmen.
Antonio se negó a dar su apellido y dijo que él y su hijo fueron detenidos por autoridades migratorias mexicanas en la ciudad norteña Monterrey y los obligaron a abordar el avión con rumbo al sur, a pesar de que esperaban buscar asilo en México.
Arturo Viscarra, abogado de CHIRLA, que ha documentado los vuelos mexicanos, argumentó que el proceso estaba negando los derechos de asilo de los migrantes, dejándolos “abandonados en medio de la noche en Guatemala”, vulnerables a la pobreza y la delincuencia.
Antonio se hizo eco de esa preocupación. “No tengo ni un peso”, dijo llorando. “Y mi hijo no ha comido desde ayer”.
El gobierno de México dijo en su comentario a Reuters que estaba comprometido a proteger los derechos de los migrantes y solicitantes de asilo.
Con información de Reuters