La pandemia por el virus SARS-CoV-2 se ha prolongado a nivel mundial más allá de lo que esperábamos y probablemente se quede con nosotros por un tiempo indefinido, esto ha provocado que la población siga reflejando inquietud y necesidad de tener conocimiento sobre la misma, expresó el doctor David Kershenobich Stalnikowitz, director del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (ICMNSZ).
“Necesitamos una mayor divulgación de lo que vamos aprendiendo en relación con esta pandemia y traducir la información, para que la sociedad participe. No es lo mismo lo que sabemos ahora que hace año y medio y todo esto no se puede quedar solo entre los especialistas”. Asegura que ejemplos como el lavado de manos, que disminuyó las diarreas infantiles, o el cinturón de seguridad, en el impacto de muertes en vehículo, nos hablan de la importancia de que la población general adopte y entienda los conceptos básicos de la pandemia.
«Es importante generar la conciencia entre la población, si algo nos ha enseñado la pandemia, es la necesidad de compartir la información. En la medida en que la gente se apropie del conocimiento vamos a lograr tener un impacto muy importante”, dijo Kershenobich, durante el conversatorio que convocó la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI) de la Ciudad de México, en el que especialistas compartieron mensajes importantes para la población.
¿Qué sabemos del virus?
El doctor José Sifuentes Osornio del INCMNSZ explica que este virus ha traído como consecuencia el desarrollo de mucha investigación y conocimiento, pero en términos sencillos se sabe que este es un microorganismo que entra sobre todo por vía aérea (la respiración en nariz y boca), que tiene una afinidad exquisita hacia las células del epitelio del aparato respiratorio, por lo que el virus se adhiere, penetra al interior de las células y ahí se reproduce después de un lapso de 5 a 7 días la infección. En ese momento la inmensa mayoría de las personas no desarrollan síntomas, pero al seguir con el virus se vuelven susceptibles de contagiar a otras personas.
Sin embargo el 8 a 10% de esas personas desarrollarán síntomas leves a moderados que se manifiestan sobre todo en el aparato respiratorio, que van progresando y que para otro porcentaje menor se puede complicar con un fenómeno inflamatorio explosivo (neumonía grave), sobre todo por la presencia de enfermedades previas de importancia como hipertensión arterial, diabetes, obesidad y condiciones de inmunosupresión.
El especialista comparte que lo que pasa con estas enfermedades es que altera nuestro sistema inmune. “Entonces si de repente tenemos un virus que produce inflamación y tenemos comorbilidades que también tienen inflamación y trastorno inmunológico, este se potencia, por eso a estas personas les puede ir más mal que a la población que no las padece”, pero aseguró que tener un buen tratamiento para este tipo de enfermedades también reduce significativamente la susceptibilidad sobre la infección del virus que provoca la Covid-19.
Dudas sobre las vacunas
A pesar de que la vacunación en la población va en aumento, aún existen dudas al respecto, por eso la doctora Laura Palomares, directora del IBT de la UNAM aclara que las vacunas son entrenamiento para el cuerpo, “le presentamos a los agentes patógenos, en este caso al SARS-CoV-2 a través de pedazos o regiones del virus para que nuestras células produzcan una proteína que es al final lo que reconoce o hace que se produzcan primero los anticuerpos y estos después reconozcan la proteína del virus SARS-CoV-2, por lo que no hay manera de que esto cambie nuestro genoma o ADN”.
Explica que en este momento las vacunas que se están utilizando son únicas en su tipo porque las de RNA mensajero o de Adenovirus lo que le dan a nuestras células es la instrucción para que ellas mismas fabriquen su propia vacuna. “Esto que parecería nuevo en realidad ya se ha evaluado por largo tiempo y se ha demostrado que es altamente seguro y efectivo para proteger contra la enfermedad. La razón por la que se pudieron desarrollar rápidamente es por los años de trabajo en investigación de coronavirus”.
Sobre el tema la doctora Rosaura Ruíz, titular de la SECTEI fue contundente: “A todos aquellos que son antivacunas, hacen un gran daño, deberían informarse más sobre qué es y cómo se fabrican las vacunas, al dar mensajes falsos dañan al manejo de la pandemia”.
¿Vacunación para niños?
Al respecto los especialistas coinciden en que seguramente en las próximas semanas o meses, tendremos más información para que se pueda aplicar el esquema de vacunación con garantía de eficacia y seguridad en estos grupos de menor edad.
Pero “por ahora la mejor forma de proteger a los niños es vacunando a los adultos, porque en un entorno sabemos que la transmisión se da principalmente en las familias, en las burbujas, porque ahí no mantienes sana distancia ni estás con cubrebocas. Ahora que no tenemos todavía resultados de las vacunas en menores, la mejor forma es que los que sí pueden, se vacunen”, agregó Carol Perelman, divulgadora de la ciencia.
Por último, hay que hablar con los menores, incluirlos, “explicarles cómo una infección se puede prevenir sabiendo cómo se propaga el virus. Al ser por vía aérea, si ellos comprenden que abriendo ventanas y usando bien su cubrebocas, pero también bajo el entendido de que ninguna medida es 100% efectiva, van a acumular las medidas para minimizar el riesgo”.