En México, la Enfermedad Renal Crónica (ERC) afecta al 12.2 por ciento de la población, causando una mortalidad de 51.4 muertes por cada 100 mil habitantes.
“Es uno de los principales problemas de salud pública, ya que existen alrededor de 6.2 millones de mexicanos con diabetes que presentan daño renal en sus distintas etapas, algunos de estos sin un diagnóstico puntual”, de acuerdo con la gerente médica de nefrología en Grupo PiSA, Gabriela Abundis Mora.
En el documento La Enfermedad Renal Crónica en México, publicado en agosto de 2020 por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), consideró que la ERC es una de los principales problemas de salud pública y pocos tienen un diagnóstico puntual para acceder a terapias de reemplazo renal, también conocidos como tratamientos sustitutivos de la función renal, así como el Trasplante Renal (TR) de donador vivo o cadavérico.
“La enfermedad renal es la pérdida de la función de los riñones, los cuales filtran los desechos y el exceso de líquidos en el cuerpo. Cuando los riñones fallan, los desechos se acumulan. Los síntomas aparecen de manera gradual y no son específicos de la enfermedad, incluso algunas personas no presentan síntomas y son diagnosticadas de manera tardía”, comentó Abundis Mora, médico especialista en nefrología.
De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que atiende alrededor del 70 por ciento de los pacientes del país, en México existen más de 60 mil pacientes con ERC que reciben estas terapias; de éstos, 41.7 por ciento reciben terapia de Hemodiálisis (HD) y 58.3% reciben Diálisis Peritoneal (DP).
En tanto, la directora Médica de Servicios en Grupo PiSA, Karina Renoirte López, explicó que la compañía cuenta con la infraestructura y la tecnología para ofrecer ambos tratamientos, además de capacidades de producción para los medicamentos e insumos que se necesitan en este tipo de terapias soporte de vida.
“La empresa ha desarrollado un modelo integral de atención que garantiza calidad y seguridad para los pacientes a través de Servicios Integrales de Nefrología (Sanefro) que, actualmente, cuenta con un total de 14 clínicas especializadas ubicadas en la República Mexicana para ofrecer hemodiálisis, de las cuales 11 unidades se encuentran certificadas por el Consejo de Salubridad General (CSG) por un periodo de tres años y una prórroga de dos años adicionales por buenas prácticas; dos están en proceso de certificación y una más es intramuros, por lo tanto la certificación la realiza el hospital”, detalló Renoirte López, médico especialista en nefrología de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Renoirte López enfatizó que antes de recibir este tipo de tratamientos, es importante que los pacientes y sus familias verifiquen que las clínicas de hemodiálisis cuenten con licencia sanitaria y el cumplimiento con la NOM-003-SSA3-2010 para la práctica de hemodiálisis y las Normas correlacionadas: 004 de Expediente clínico, 017 relacionada con Vigilancia Epidemiológica y la 016 sobre Infraestructura Indispensable.
La también ex presidenta de la Asociación de Nefrólogos de México dijo que Sanefro tiene el respaldo de un equipo multidisciplinario integrado por 42 médicos generales, 31 médicos nefrólogos y personal de enfermería, integrado por un total de 335 profesionales especializados en nefrología que se capacitan bajo un modelo desarrollado en la compañía.
PiSA Farmacéutica fue la primera empresa mexicana en competir e incursionar al mercado con el tratamiento sustitutivo de la Diálisis Peritoneal (DP) en sus dos modalidades: Diálisis Peritoneal Continua Ambulatoria (DPCA) y Diálisis Peritoneal Automatizada (DPA), esta última con el aval del Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud (Cenetec).
La DP es una técnica muy sencilla que se realiza diariamente en el domicilio del paciente para remover desechos, químicos y líquido adicional del cuerpo, en el caso de la DPCA, el paciente lo hace de manera manual y en la DPA con una máquina cicladora, sin embargo, en ambos casos es muy importante que el paciente reciba capacitación sobre la técnica correcta de conexión y desconexión para disminuir el riesgo de infecciones.
“Mientras los pacientes reciben un trasplante renal, la diálisis o hemodiálisis son tratamientos soporte de vida, sin embargo, no en todos los casos las personas son candidatas idóneas para recibir un riñón. Además es importante realizar un análisis de las terapias de reemplazo renal, considerar los riesgos y la situación clínica de cada paciente, para que haya un adecuado control y apego al tratamiento”, agregó Abundis Mora, nefróloga adscrita al Hospitales Civiles de Guadalajara (HCG).
La DPA permite que las personas que viven con insuficiencia renal puedan seguir realizando algunas actividades ya que la maquina cicladora de PiSA Farmacéutica se puede conectar durante la noche, pero se debe recordar que la asesoría y valoración de profesionales de la salud debe ser parte fundamental y promover el autocuidado.