Los colegios electorales de Alemania quedaron abiertos desde las 6:00 de la mañana (hora local) de este domingo para proceder a los comicios generales en este país, el de mayor peso demográfico de la Unión Europea (UE), y que trazarán el fin de la «era de Angela Merkel«, tras 16 años en el poder.
Los años de Angela Merkel se han caracterizado por la necesidad de hacer frente a diversas crisis y por aplicar una «política de pequeños pasos», de la que ella habla ya en su primera declaración en 2005, cuando llega al poder.
El gobierno de Merkel ha superado una serie de situaciones complicadas, desde la económica hasta la sanitaria que se vive actualmente. Sin embargo, explica el medio The Economist, ha dejado varias áreas descuidadas, tanto a nivel nacional como internacional.
Ahora que Merkel tomó la decisión de retirarse, los «signos de abandono» son evidentes en el país europeo, que solamente se ha salido con lo suya debido a que es próspero y estable.
Estas son algunas de las áreas más marcadas, para bien o mal, por la era de Angela Merkel.
AUMENTO DE LA EDAD DE JUBILACIÓN
La primera gran coalición de Merkel aprueba el aumento paulatino de la edad de jubilación hasta los 67 años, una reforma que Merkel presenta como el comienzo de muchas otras que considera «imprescindibles» en el sector sanitario, en el mercado laboral y en la tributación de las empresas.
Sin embargo, ese plan queda truncado ante la necesidad de hacer frente a crisispuntuales.
The Economist asegura que el problema interno más grave de Alemania es la incapacidad de reformar su sistema de pensiones. Recuerda que los alemanes están envejeciendo rápidamente y que los llamados «baby boomers» supondrán una carga aún mayor para el presupuesto a finales de esta década, cuando se jubilen.
MANEJO DE LA CRISIS FINANCIERA
La crisis financiera de 2008 es el primer gran reto de la era Merkel: anuncia que el estado garantiza que los depósitos de los ahorradores estén a salvo, para evitar que se cree un pánico que lleve a los ciudadanos a vaciar sus cuentas.
Paralelamente, de cara a las repercusiones de la crisis en la economía real, crea estímulos para los consumidores y herramientas para evitar el aumento del desempleo, que durante la era Merkel tenderá permanentemente a la baja en Alemania.
ABANDONO DE LA ENERGÍA ATÓMICA
En 2009 el segundo Gobierno de Merkel decide dar marcha atrás al plan de abandono de la energía nuclear, que había fijado la coalición roji-verde presidida por Gerhard Schröder.
Sin embargo, tras la catástrofe de Fukushima, Merkel da un viraje radical y vuelve al plan inicial, en contra de la postura de los liberales y de parte de su partido.
«Fukushima ha cambiado mi visión de la energía nuclear«, dijo en ese entonces.
The Economist explica que Alemania ha sido lenta en cuanto al cambio climático y que sigue emitiendo más carbono por habitante que cualquier otro gran país de la Unión Europea, a lo que «no ha contribuido el cierre de la industria nuclear alemana por parte de Merkel«.
EL COMIENZO DE LA CRISIS GRIEGA
La crisis griega pone a Merkel ante un nuevo reto: inicialmente dice que Greciadebe salir de la crisis sin ayuda pero luego acepta los fondos de rescate como algo «sin alternativa».
Mientras que en Europa a Merkel se le critica por imponer una política de austeridad, en Alemania, desde la derecha, se le reprocha haber aceptado la creación de los mecanismos de rescate. En 2013 Merkel tuvo su mejor resultado electoral.
EL SALARIO MÍNIMO INTERPROFESIONAL
Bajo su gobierno se crea el salario mínimo interprofesional, que antes no existía en Alemania. Se llega al compromiso de que el monto del salario mínimo interprofesional, actualmente 9.60 euros por hora, no lo fijará el Gobierno sino una comisión independiente.
LA CRISIS DE LA DEUDA Y EL RECHAZO A LOS EUROBONOS
La crisis griega se agudiza y termina afectando prácticamente a todo el sur de Europa pero el Gobierno de Merkel rechaza una fórmula propuesta por muchos: la emisión de deuda común.
Berlín insiste en vincular las ayudas del fondo de rescate a condiciones, como la realización de reformas que implicaban recortes sociales, que crean resistencia en los países afectados, sobre todo en Grecia.
Mientras que en Europa a Merkel y a su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, se les tacha de inflexibles en Alemania sus críticos consideran que aceptar paquetes de rescate ya es demasiado.
«En Europa, donde la influencia alemana es más importante, la reticencia de Merkel a ejercerla ha sido especialmente decepcionante», critica The Economist, señalando que la Unión Europea «no ha afrontado suficientemente la debilidad de sus endeudados países del sur».
LA CRISIS DE LOS REFUGIADOS
Merkel decide, sin consultar a sus socios europeos, acoger a los refugiadosque llegan a Europa en 2015, en una decisión que genera escisiones dentro de los conservadores y que capitaliza la ultraderecha, con un discurso islamofóbico y racista.
Merkel no logra crear un mecanismo para el reparto de refugiados en Europa y, pese a que la apuesta humanitaria es bien recibida en Alemania al comienzo, la reacción conduce al fortalecimiento de la ultraderecha.
LA PANDEMIA, EL ÚLTIMO RETO Y EL FIN DEL TABÚ DEL NO A LA DEUDA COMÚN
El surgimiento de la pandemia se convierte en el último reto de la era Merkel; al comienzo logra, sin muchas restricciones y sin un confinamiento estricto, ciertos éxitos en la política de contención pero la segunda y la tercera ola golpean con mucha mayor fuerza al país.
Y rompe el tabú del endeudamiento conjunto de los socios de la Unión Europeaal apoyar el multimillonario paquete de apoyo a la recuperación pospandemia.