Oaxaca se ha visto que las cosas no están nada bien para las familias que fueron testigos cómo durante el 2020 y 2021 los Centros de Salud fueron cerrando porque no había personal médico o porque, incluso, no llegaban los medicamentos.
Lorena Leyto
El PEF 2021 no mostró una verdadera recuperación ni una transformación en la economía de Oaxaca. Durante el 2020 la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) alertaba a no darle la espalda a la gente y emprender acciones contundentes a favor de la recuperación económica y sobre todo, dándole un enfoque social correcto al presupuesto, para así ampliar las oportunidades de las familias oaxaqueñas, sin embargo, a unos días de cerrar el 2021, la economía del estado se encuentra en una alarmante situación de crisis económica; a un paso de una crisis social, derivada también de un mal gobierno.
Oaxaca sigue siendo de los primeros estados del país donde más pobreza y marginación existen; en Oaxaca se ha visto que las cosas no están nada bien para las familias que fueron testigos cómo durante el 2020 y 2021 los Centros de Salud fueron cerrando porque no había personal médico o porque, incluso, no llegaban los medicamentos; hoy, por ejemplo, nos damos cuenta como al menos 3 mil médicos han estado exigiendo que el gobierno local y federal les regresen su trabajo, del que fueron injustamente separados.
Asimismo, las cifras de Covid-19 en ningún momento son las que se ven en las cifras oficiales, lo ejemplos y los testimonios sobran; por ejemplo, en Juchitán, zona del Istmo, por día morían entre 15 o 20 personas durante el 2020. Y qué decir de la pobreza; de acuerdo con los resultados de la medición de este lastre (en 2018), el 66.4 por ciento, 2 millones 714 mil 700 oaxaqueños, de la población vive en situación de pobreza.
De este universo, el 43.1% (cerca de 1 millón 762 mil 800 personas) se encontraba en pobreza moderada, mientras que el 23.3% de la población se padecía pobreza extrema (alrededor de 951 mil 800 personas). El porcentaje de pobreza en la entidad es 24.4 puntos porcentuales mayor que el porcentaje nacional (41.9%); de esto muy poco, por no decir nada, se ha hecho; hoy vemos a un gobierno muratista puesto de tapete y muy presto a entregar el poder político a Morena, que lo único qu
Así, tras la aprobación del PEF 2022, especialistas en el tema y diputados señalan que el presupuesto no está orientado a aliviar las necesidades más sentidas de la población, si no a la asistencia clientelar, además, en el estado se ordenó la creación del Fondo Federal Especial para la Obligatoriedad y Gratuidad de la Educación Superior, destinado a “eliminar progresivamente los cobros de las instituciones públicas de educación superior a estudiantes por conceptos de inscripción, reinscripción y cuotas escolares ordinarias”; sin embargo, en el PEF del próximo año no se están designando recursos para dicho ejercicio, además, se ven recortes en el sector agrícola, lo que afectará gravemente a la economía rural, sin importar que estos se encuentren en una total precariedad en el tema laboral y de ingresos.
Sin duda, el Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2022 será más de lo mismo que la del año pasado, pues si bien, este tendrá un incremento en comparación a la del 2021, los recursos serán destinados a proyectos estatales como el corredor interoceánico, PEMEX, CFE, carretera Oaxaca-Costa, entre otros, lo que provocará que sectores como la educación y el campo se vean más abandonados, provocando así, que los más afectados sigan siendo los más pobres, en especial, aquellos que se encuentran en comunidades marginadas.
En contraste a ello, sin que se vea un beneficio directo a los más pobres del Estado, pronto veremos a políticos hablar de Democracia y prometer el cielo y las estrellas ya que se cocina rápidamente quiénes serán las “corcholatas” que pelearán por ver quién sustituirá al gobernador Alejandro Murat; pero, sea quien sea, la suerte para los oaxaqueños no cambiará. Por eso, el llamado al pueblo, de esa zona sur de México, debe ser a despertar, enterarse, concientizarse, organizarse y, en la medida de los posible, votar y elegir a gobernantes que en algo les vayan a ayudar, políticos nuevos que se comprometan verdaderamente con la población oaxaqueña. ¿Será esto posible? Vale la pena intentarlo.