«Desde entonces a la fecha, los gobiernos han servido a los intereses de los ricachones, que muchas veces incluso financian sus campañas políticas. Las necesidades y las peticiones de los humildes han sido ampliamente ignoradas».
Minerva Salcedo Baca
Hace 37 años que un grupo de campesinos del municipio de Medellín de Bravo y San Rafael, y colonos de Xalapa, decidieron organizarse en Antorcha Campesina. Encabezados por el Ing. Samuel Aguirre Ochoa quien, recién egresado de la Universidad Autónoma de Chapingo, había ya decidido usar sus conocimientos, energía, sensibilidad e inteligencia, para organizar y educar políticamente a los veracruzanos más humildes; abrazando el proyecto político del Movimiento Antorchista Nacional, que siempre ha consistido en construir una patria justa para todos.
Fueron muchos los obstáculos legales y políticos que hubo que vencer. Al abanderar los asuntos agrarios y necesidades en servicios básicos para familias humildes, siempre se imponía la confabulación de los caciques con las autoridades. La relación con los diferentes gobiernos estatales y municipales, pertenecieran a cualquiera de los partidos, siempre fue de negativas y hostilidades. Desde entonces a la fecha, los gobiernos han servido a los intereses de los ricachones, que muchas veces incluso financian sus campañas políticas. Las necesidades y las peticiones de los humildes han sido ampliamente ignoradas. En este río de hostilidades ha tenido que navegar el Antorchismo Veracruzano desde hace 37 años, con la guía de su líder histórico, Samuel Aguirre Ochoa.
La situación ha cambiado de forma y colores (partidos en el poder), pero no de contenido. En los tiempos que corren, los ataques a nuestro movimiento y a nuestra lucha han venido directamente del presidente Andrés Manuel López Obrador, con el único recurso de la verborrea carente de objetividad y de pruebas. Como uno de sus más fieles imitadores y aduladores, el gobernador Cuitláhuac García acomete contra el derecho de los veracruzanos a organizarse en cualquier agrupación que no comulgue o que critique las incorrectas e inservibles políticas del partido al que él pertenece. El Movimiento Antorchista y los partidos de oposición estorban a sus intentos de instaurar un gobierno autócrata en Veracruz y México.
Desde febrero del 2019, los Antorchistas presentamos al gobernador, un pliego petitorio donde se relacionan 780 necesidades en obras y servicios para miles de familias humildes veracruzanas; ubicadas en colonias marginadas y comunidades. Estas incluyen aguas potables, drenajes sanitarios y pluviales, plantas de tratamiento de aguas residuales, electrificaciones y alumbrados públicos, obras de infraestructura educativa, viviendas, regularizaciones de colonias, centros de salud y terminación de otros con marcado avance, banquetas, guarniciones y pavimentos, asfaltados de caminos, canchas y unidades deportivas, apoyos al campo, etc. Las respuestas a estas justas peticiones han sido nulas.
Cuitláhuac García solo ha gobernado a favor de los miembros del partido que lo llevó al poder. En los hechos, durante estos 3 años que lleva gobernando, ha sido el peor gobernador evaluado en materia económica, de seguridad, de obra pública, endeudamiento y subejercicios. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI); acaba de dar a conocer que Veracruz ocupa el lugar noveno a nivel nacional en corrupción. Sin embargo, tras esta larga lista de “virtudes”, Cuitláhuac García pretende mantener el poder a costa de lo que sea. Por ello recurre a las prácticas represoras que tanto le criticaban a sus antecesores. Cuitláhuac se vale del garrote judicial para deshacerse de opositores políticos, tal como lo prueban los hechos violentos y atropelladores que hemos conocido con varias detenciones (Rogelio Franco, Tito Delfín, maestros del SDTEV, 17 Petistas, los 6 jóvenes que denunció Ricardo Monreal, etc.) Y ahora, prefabrica delitos contra el Dirigente Estatal del Movimiento Antorchista, Ing. Samuel Aguirre Ochoa.
La jugarreta consiste en respaldar la venta que hacen unos terceros de un terreno que está a nombre de Samuel Aguirre Ochoa desde hace 33 años. Para hacer esta venta, los terceros falsificaron la identificación de Samuel (con todos los datos de la identificación original, pero con otra fotografía) y se hicieron de poder notarial falso para actos de dominio. El terreno lo vendieron a tres personas que Samuel Aguirre Ochoa ni conoce. El gobierno de Cuitláhuac ha otorgado al Notario Octavio Escobar Pérez todas las facilidades para llevar a cabo dicho ilícito. Además, sobre este notario pesan otras denuncias de fraudes. Sin embargo, nadie le hace nada, Octavio continúa gozando de su poder para violentar las leyes. ¿cuánto se repartirán los Morenistas de los 2.5 millones de pesos con que defraudaron a tres compradores, usando el terreno propiedad de Samuel Aguirre?
También, la Fiscalía General del Estado de Veracruz, ocupa el tercer lugar entre las peor evaluada en todo el país. Según el Índice Estatal de Desempeño de Fiscalías y Procuradurías 2021, de la organización no gubernamental Impunidad Cero. Por ello no se recibe la tan reclamada y esperada justicia; y, por el contrario, la FGV sí está a disposición del ejecutivo para atropellar los derechos de la ciudadanía. Como el gobierno de Cuitláhuac García no gobierna para aplicar los recursos del pueblo en el pueblo, tiene que usar la represión policial y judicial para imponerse. Por eso prefabrican delitos al Dirigente Estatal del Movimiento Antorchista.
Mas el pueblo organizado y educado políticamente es una roca dura de vencer, así se ha demostrado en la historia de México y el mundo. Antorcha en Veracruz la formamos miles de campesinos, colonos, obreros, maestros y estudiantes. Estamos de norte a sur en el estado. Si tocan a un compañero, nos tocan a todos. Si abusan de la ley en perjuicio de alguno, con la misma ley nos defenderemos y exhibiremos al gobierno morenista de Cuitláhuac García, apoyador de defraudadores y con instituciones de las peor evaluadas y corruptas. El pueblo tiene muchas voces y cabezas para hacerse escuchar y respetar. Exigimos eso sí, todo el peso de la ley a los defraudadores.