Tras casi dos años de confinamientos y cepas nuevas de la Covid-19, América Latina comienza a salir de la crisis económica provocada por la pandemia. Sin embargo, la recuperación es lenta y débil, de acuerdo con el último informe regional del Banco Mundial.
Los datos de la organización y de Our World in Data, otro organismo que se dedica a recopilar información estadística del mundo, muestran que el crecimiento económico de Latinoamérica ha sido el más lento tras los estragos por el nuevo coronavirus.
El costo económico de la pandemia
El panorama antes de la pandemia tampoco era el mejor. Según el reporte del Banco Mundial, entre 2010 y el primer trimestre de 2019, el Producto Interno Bruto (PIB) de América Latina y el Caribe creció en un promedio de 2.2 puntos porcentuales mientras en el resto del mundo el crecimiento era de 3.1%.
Las estimaciones del Banco muestran que la región sufrió una de las caídas económicas más bruscas. Los números de Our World in Data revelan una disminución porcentual del PIB per cápita de incluso un 8.9%, posicionando a América Latina y el Caribe como la región que mayor caída tuvo a causa del SARS-CoV-2.
La recuperación ha sido lenta y, como los y las expertas del Banco Mundial prevén, seguirá a este ritmo. ¿Por qué? Las tasas de crecimiento de por sí bajas señalan un rezago en la región y, por lo tanto, la incapacidad económica de responder ante crisis.
Y es que hubo más golpes además del económico. En cuanto a la educación, por ejemplo, hubo una pérdida considerable.
Debido al cierre de las escuelas y la falta de infraestructura adecuada para responder a la necesidad educativa a tiempo, los “años de escolaridad ajustados” descendieron. Este concepto se refiere a los años de escolaridad que tiene una persona y, además, a la calidad de la educación.
En 2020, los años de escolaridad ajustados disminuyeron de 7.8 años a alrededor de 6.4. Es decir, los años de educación de calidad que tiene una persona en América Latina son menos ahora.
Tal pérdida es aún peor porque significa que hay personas menos preparadas para el mundo laboral y, por lo tanto, un crecimiento más lento. Además, lo anterior también significa menos salarios para las personas afectadas, lo cual aumentaría la desigualdad en una región que ya es desigual respecto a la educación.
Las calificaciones del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) muestran el fenómeno: existe una brecha entre los puntajes del 20% más pobre y del 20% más rico. Entre menor sea el puntaje, el rendimiento académico también lo es.
El costo social de la pandemia
En el primer año y medio de la pandemia, América Latina fue la región del mundo con la tasa de muertes más alta entre las zonas en desarrollo.
Los cálculos del exceso de mortalidad del Banco Mundial ponen a la región por encima de las demás incluso juntas. Es decir, el número de muertes en AL que superaron las estimaciones fue todavía mayor que aquellas en el resto del mundo.
Para julio de 2021, mientras que el exceso de muertes en en el mundo era 6% más de lo esperado, en América Latina era 40% más de lo que se estimaba.
¿Cómo ve el Banco Mundial el futuro de la región? Complicado, pues sigue habiendo más cepas, la inflación en América Latina aumentará y la inversión en varios países está disminuyendo. El problema es parte de un todo, un todo que debe mejorar si se quiere que el crecimiento sea más rápido.