No hay duda que el 2022 será un año complicado para todos. Hay inflación que asfixia cualquier intento de desarrollo económico; hay desempleo, la iniciativa privada y el sector turístico están colapsados y no se diga el campo, que es condenado al abandono; por ello causa preocupación que las autoridades reconozcan que la marginación y la pobreza se agudiza en la Zona Maya de Quintana Roo y poco podrán hacer para evitarlo.
En días pasados la presidenta municipal de Felipe Carrillo Puerto, Marycarmen Hernández, afirmó, sin descubrir el hilo negro, que el 2022 será sumamente complicado y confirmó que la Zona Maya se registran los mayores índices de marginación en la entidad, en otras palabras: ahí es donde viven los más desprotegidos por el Gobierno Federal, los más pobres y que irónicamente serían los primeros en ser atendidos por el sistema, pero al pasar de los años comprueban que las promesas fueron mentiras de campaña.
Tal como lo hemos señalado, la alcaldesa puso el dedo en la llaga y dijo que “es prioritario consolidar acciones que permitan el desarrollo de proyectos de obra pública, porque son escasas las posibilidades de generar nuevas fuentes de empleo”.
Lo que quiso decir es que el Gobierno Federal debe emprender acciones y programas que lleven y otorguen ayuda al necesitado, a las familias que viven en el medio rural y en las zonas urbanas en pobreza o pobreza extrema, que enfrentan serias dificultades para conseguir el recurso y poder llevar el alimento diario a sus familias.
Y es la verdad, porque no hay trabajo, miles de quintanarroenses aún siguen sin poder conseguir un empleo, por ello es urgente el ayudarlos de la mejor y pronta manera.
Por poner un ejemplo, el municipio de Felipe Carrillo Puerto que está conformado por 88 comunidades rurales habitadas por casi 90 mil personas y más del 75 por ciento viven en situación de pobreza, su condición se agrava cuanto más alejadas están de las ciudades o poblados más grandes. Ahí es donde verdaderamente está el problema y donde la ayuda urge.
Es muy bueno que la munícipe tenga claro que existe falta de oportunidades, no sólo en el tema de empleo, sino que también en la atención de los tres órdenes de gobierno; no ayuda en nada el tratar de justificar que las últimas tres administraciones municipales no hicieron algo por reducir esas condiciones de marginación que viven nuestros conciudadanos.
Por el contrario, el saber las causas y las repercusiones que ha provocado la falta de acción, de atención a las reales, sentidas y justas demandas de la población, deben comprometer más a la alcaldesa, porque no llegó a la presidencia municipal no más a denunciar o exponer lo que no se hizo, por el contrario, fue electa para subsanar esas carencias que hoy ha dado a conocer.
Recientemente la alcaldesa carrilloportense ofreció que para este año se destinarán recursos económicos para obra pública para las diferentes localidades que no han tenido atención desde hace varios años.
Y sin duda debe ya tener un plan para atender con la prontitud requerida a los habitantes de “Los Chunes” donde, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), ahí está el 67 por ciento de pobreza de la Zona Maya, hacerlo hablará muy bien de ella y de su gobierno.