El presidente Andrés Manuel López Obrador se ha dedicado a atacar mediáticamente a periodistas y a cooptar el sistema judicial para perseguir a sus enemigos políticos, afirmó Human Rights Watch en su más reciente informe.
En el capítulo dedicado a México de su Informe Mundial 2022 abre diciendo que durante 2021 el presidente mexicano “continuó sus ataques mediáticos en contra de periodistas y defensores de derechos humanos, así como sus esfuerzos por eliminar organismos públicos independientes que limitan su poder y por cooptar el sistema judicial para perseguir a enemigos políticos”.
Además, critica, “ha ampliado considerablemente el uso de las fuerzas militares para tareas de seguridad pública, en muchos casos reemplazando a autoridades civiles”.
Recuerda que la Guardia Nacional es dirigida por militares, recibe entrenamiento de militares y está integrada mayormente por soldados.
Es preocupante que “los militares están habilitados legalmente para detener a civiles, hacerse cargo de las escenas del crimen y proteger evidencias”.
Sobre los ataques a periodistas y defensores de derechos humanos afirma que éstos han sido víctimas de “agresiones, persecución y vigilancia” por parte del crimen organizado, pero también de autoridades del gobierno.
Enfatiza en varios rubros de gravedad: el número de periodistas asesinados, equiparable al de un país en guerra; las agresiones sufridas por periodistas; la impunidad en torno a los delitos cometidos contra periodistas y la autocensura derivada de la grave situación.
Señala que “las autoridades no suelen investigar los delitos contra periodistas adecuadamente, y muchas veces descartan de manera prematura que los delitos estén vinculados con su profesión”.
Como ejemplo de la ineficacia gubernamental, dice que la Fiscalía Especial que investiga estos delitos ha abierto más de 3 mil 362 investigaciones, pero apenas ha obtenido 25 condenas. Ello, en once años de trabajo.
El organismo describe los pocos avances del gobierno de AMLO en materia de tortura, desapariciones forzadas, derechos de mujeres y niñas, de personas con discapacidad, de personas homosexuales y de migrantes y solicitantes de asilo.
Como han hecho múltiples organismos internacionales, HRW también señala la baja eficacia del gobierno actual en el abordamiento de la pandemia por COVID.
Dice que esta administración “no ha adoptado muchas de las medidas básicas que recomiendan las autoridades de salud globales para limitar la propagación del Covid-19”.
Critica que el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell haya dicho que las pruebas COVID son “un desperdicio de tiempo”. Como resultado, dice, “México tiene una de las tasas más bajas de pruebas de Covid-19 —y una de las tasas más altas de resultados positivos— en el mundo”.
Y, contrario a las alegres cifras oficiales sobre cobertura vacunal, la ONG afirma que hasta septiembre de 202 sólo 30% de los mexicanos habían recibido un esquema completo de vacunación.
También recuerda que el gobierno federal insistió en el regreso a clases presenciales para los niños, “en el momento más álgido de la tercera ola de muertes por COVID”.