La falta de datos desagregados sobre violencia de género en los países de América Latina y el Caribe ha impedido que se conozca la realidad sobre la violencia sexual que sufren las niñas y adolescentes en la región, aseguró a Efe la directora de la división de asuntos de género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Ana Güezmes.
“Existen desafíos relevantes respecto de comprender las circunstancias y tipos de violencias que afectan a las niñas y adolescentes. Por ejemplo, es importante señalar que la violencia sexual contra la niñez es de la que se tiene menos información. Un tipo de violencia con poca atención es el matrimonio infantil o las uniones tempranas y forzadas”, alertó.
Según la Cepal, una de cada cuatro niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe contrajo matrimonio por primera vez o mantenía una unión temprana antes de cumplir los 18 años. Su prevalencia en la región no ha variado en los últimos 25 años y, sin acciones e inversiones, Latinoamérica tendrá, en 2030, el porcentaje más elevado de matrimonio infantil.
Sin embargo, estos números podrían ser mayores debido a la falta de datos a largo plazo, la normalización de esa violencia y la falta de actualización, e incluso la ausencia en varios países, de la información sobre matrimonios infantiles, especialmente en el Caribe, asegura el organismo.
“Eliminar esta práctica nociva es una meta por cumplir en la región, y eliminarla también es central para lograr la igualdad de género y el desarrollo sostenible”, agrega Güezmes.
La agresión sexual contra niñas y adolescentes no es el único tipo de violencia invisibilizada por la falta de estadísticas. La directora de Asuntos de Género asegura que, pese a las reformas realizadas en los últimos años, las cifras sobre los “inaceptables” asesinatos machistas, especialmente en menores, sigue sin tener una contabilidad adecuada y mucho menos un estándar en la región.
“Existen subregistros y limitaciones en muchos de los países para tener datos desagregados de la violencia de género, que no han permitido establecer tendencias en relación a las niñas y adolescentes”, menciona.
Según el último reporte de la Cepal, que recaba esta información por medio de su observatorio de igualdad desde el 2009, de las 4 mil 91 víctimas de feminicidio registradas en 26 países de América Latina y el Caribe en 2020, al menos 40 fueron niñas menores de 15 años. No obstante, es imposible comparar la situación entre países, pues los datos responden a la legislación de cada uno.
“Hay aún muchos retos para la medición de la violencia contra las mujeres y la incidencia de los delitos con enfoque de género. Implementar sistemas integrales de información no solamente es clave para las políticas, sino que puede salvar vidas. Para muchas mujeres la violencia feminicida es “la crónica de una muerte anunciada”, por lo que un registro, seguimiento y consecuente protección puede marcar una diferencia clave”, señaló la directora.
Con información de EFE.