Rezago, violencia, pobreza y empleo infantil son algunos de los peores escenarios de Cepal para niños de Latinoamérica por el impacto de la pandemia
Los hijos, nietos y posiblemente bisnietos de Latinoamérica deberán pagar el impacto económico de la pandemia por Covid-19. Mayor rezago y abandono escolar, malnutrición, mayor violencia, pobreza o trabajo infantil son algunos de los peores escenarios.
A decir del Inegi, en el último trimestre del 2021, el Producto Interno Bruto (PIB) apenas creció un 5% con respecto al año anterior. En concreto, con un descenso del 0.1% en este periodo, el PIB de México se contrajo un 8.2% en 2020.
Tal panorama está por debajo del pronóstico de organismos como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Su estimación del 5.8% recae en estudio Panorama Social de América Latina en 2021 y evidencia el impacto social y económico de la reconfiguración por el Covid-19.
“En primer lugar, la Comisión enlista a la educación como el impacto más evidente en la vida de las niñas, niños y adolescentes. La suspensión de las clases presenciales en todos los niveles educativos en América Latina y el Caribe marcó el despliegue de diferentes modalidades de aprendizaje y adaptación a otros métodos de enseñanza”.
Aumentar las desigualdades
La región es una de las que lleva más tiempo de interrupción de clases presenciales en el mundo: un promedio cerca de 56 semanas total o parcialmente. Pero además, las desigualdades en el acceso, uso y aprovechamiento de Internet impactaron en México y en toda la región.
“Se estima que la pandemia de COVID-19 tendrá repercusiones en el aprendizaje y en las tasas de rezago y abandono escolar. Ello ensanchará las brechas que ya existían en las trayectorias educativas de la región”, señalan los datos de Cepal.
Junto con ello, el cierre de escuelas habría tenido consecuencia en la seguridad alimentaria. De esta manera, cerca de 85 millones de niñas y niños de Latinoamérica que recibían desayuno o refrigerio en la escuela dejaron de acceder a él.
Estos datos seguirían a los emitidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). En su último estudio señalan que el aumento de la inseguridad alimentaria moderada o grave de 2019 a 2020 fue mayor en Latinoamérica (9%) que en África y Asia (5.4 y 3.1%)
Trabajo infantil y violencia
Los cierres de centros escolares se cruzan con la crisis económica y social. La desocupación y la falta de acceso a la protección social de Latinoamérica generan las condiciones para que familias vulnerables envíen a sus hijas o hijos a trabajar. O que en el caso de las mujeres, niñas y adolescentes tengan un aumento de la carga de trabajo doméstico o de cuidados no remunerado.
“El riesgo de trabajo infantil no se distribuye de manera homogénea entre la población y los territorios. Es especialmente relevante en zonas rurales, donde existe un menor dinamismo económico y hay déficits más elevados de aislamiento social”, precisa el texto.
Por otra parte, la crisis de Covid-19 también ha exacerbado el riesgo de violencia contra niñas, niños y adolescentes. Al mismo tiempo, ha deteriorado los factores de protección y propiciado un incremento en el riesgo de violencia física o psicológica.
Sin salud a las infancias
La pandemia también ha estado asociada a la suspensión –parcial o total– de los servicios de salud preventiva. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) informó caídas en la cobertura de las campañas de inmunización.
Y es que por el Covid-19, se ha dado una reorientación de servicios de salud desde el primer nivel de atención hacia los niveles de mayor complejidad. Ello ha repercutido en el acceso de los niños de Latinoamérica a controles de salud, tratamientos y rehabilitación.
“Si bien no existe un alto riesgo de contagio del virus entre niñas y niños, se han dado casos de niñas y niños de entre 3 y 12 años con COVID-19. En Latinoamérica estos casos llegaron a aproximadamente un millón y se informaron 2 mil 276 casos de síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico (SIM-P), 98 de los cuales terminaron en muerte”