En No es normal, su nuevo libro, Viridiana Ríos, especialista en políticas públicas y docente de la Universidad de Harvard, afirma que el mayor problema de México no es la corrupción y que las reglas que el presidente Andrés Manuel Obrador (AMLO) está aplicando para combatirla “están mal hechasˮ y benefician “a las personas más ricas del paísˮ.
Trinidad González
La autora de No es normal (Random House, México 2021) reveló, en entrevista con buzos, que la pobreza en el país no se acabará con programas sociales porque tal flagelo solo puede abatirse “sobre todo con la generación de más y mejores empresas, y con más y mejores trabajos”.
buzos (b). ¿Qué tan correcta es la afirmación del presidente López Obrador, de que la corrupción ya se acabó y que su combate ha reducido la pobreza?
Yo diría que no. Más bien es una aseveración exagerada ¿A qué me refiero? A que el gran problema es más grave. Incluso si en México no existiera corrupción y se implementara el Estado de Derecho de manera perfecta, continuaríamos siendo un país con profundas desigualdades, porque el gran problema es que las reglas del juego están mal hechas. ¿A qué me refiero? A que la forma en la que trabajamos, en la que hacemos negocios, en la que pagamos impuestos, tiende a beneficiar a las personas con más recursos, a las grandes empresas, en detrimento de las clases medias y las empresas pequeñas.
b. ¿En qué medida las empresas o los grandes capitales deben pagar mayores impuestos que los de menores ingresos?, ¿una política de recaudación progresiva ayudaría a disminuir la pobreza en México?
Una de las cosas que muestro en uno de los estudios de No es normal identifica que, en México, las personas que ganan 3.5 millones de dólares (mdd) al año están pagando prácticamente la misma proporción de impuestos que alguien de la clase media-alta. Entonces claramente revela que ahí hay algo que no funciona, porque las personas que más recursos ganan no están pagando lo que les toca. Pongo otro ejemplo, que también muestro en No es normal: el uno por ciento de la población más rica en México se queda con el 17 por ciento de la totalidad de los ingresos; pero solamente está pagando el 12 por ciento de la totalidad de los impuestos. Entonces ahí tenemos una diferencia otra vez, que muestra como los de arriba no están pagando lo que deben; y cuando los de arriba no pagan lo que les toca, el gran problema es que no tenemos los suficientes recursos para crear un Estado con buenos servicios y que ayude a las clases medias a crecer.
b. ¿A quién le corresponde la tarea de cobrar más impuestos a los grandes capitales y quién debe pagar?
Bueno, el Gobierno Federal es el responsable del cobro de los impuestos; pero los gobiernos estatales también son responsables de cobrar impuestos y vemos que no están haciendo bien su trabajo. Es una cuestión sistémica que no es nada más ver qué sucede en un nivel de gobierno, sino que debemos ver en los niveles, en el municipal. En No es normalmuestro cómo el 80 por ciento de los municipios en México no están cobrando el predial que deberían cobrar. El predial es un impuesto municipal en todos los estados, con excepción de la Ciudad de México; y es un impuesto en el que las autoridades de este nivel han claudicado a la hora de hacer su trabajo para beneficiar a las personas que tienen amplias propiedades, quienes tendrían que pagar más impuesto predial. Por un lado, no se cobra impuestos a los más ricos, pero sí se les cobra a los más pobres. Y por otro lado no hay una distribución adecuada de los ingresos fiscales a través de buenos servicios públicos. Por ello, la gente no quiere pagar impuestos.
b. ¿Qué medidas o políticas debe aplicar el gobierno?
No es normal, que no es un libro solamente de quejas sino también de diagnóstico, propone o bosqueja políticas públicas y reglas del juego específicas que debemos cambiar para tener un país más justo. Uno de los cambios es en las reglas fiscales. Necesitamos aumentar las tasas de Impuesto Sobre la Renta (ISR) para los “ultrarricosˮ, no para las clases medias, no para las clases medias-altas, sino para las personas que tienen mucha riqueza. Necesitamos crear un impuesto a la riqueza, crear un impuesto a las herencias de más de cinco millones de dólares, el que de hecho ya existía en 1961 pero se eliminó. Tenemos que demandar que los municipios hagan su trabajo de actualizar los catastros para que puedan cobrar los prediales al precio que de verdad corresponde; el catastro no refleja el valor real de la propiedad; entonces se termina pagando muy poco predial o predial demás, en el peor de los casos, para algunas personas. Y me parece que debemos eliminar las cuotas de seguridad social y transitar a un esquema, en el que no tengamos impuestos a la nómina, ni cuotas de seguridad social; sino que, más bien, tengamos servicios de salud y de pensiones pagados con impuestos generales que sean progresivos.
¿El Gobierno Federal va por el camino de cobrar mayores impuestos a los grandes capitales?
Yo creo que una de las cosas que el Gobierno Federal ha hecho bien es, por ejemplo, cobrarles impuestos a las grandes empresas. Pero no creo; a pesar de estas acciones positivas, la realidad es que México todavía está recaudando muy poco; falta mucho en términos de recaudación. Peña Nieto recaudaba 13 puntos del Producto Interno Bruto (PIB), con López Obrador se recauda 14 puntos.
b. ¿Dónde se encuentra la deficiencia?
Se encuentra en que hay mucha permisibilidad a la evasión fiscal en México. De hecho, algo de lo que yo muestro en No es normal es que nuestros ricos ni siquiera utilizan tanto los paraísos fiscales. Sí hay algunas personas que utilizan paraísos fiscales para evadir al fisco, pero México ni los usa porque no es necesario; porque aquí dentro de México ya tienen oportunidades enormes por medio de la contratación de contadores que los ayudan a realizar estas actividades. Digamos que serían dos factores: uno es la evasión y la elución fiscal; y el otro es que faltan impuestos que lleguen a los más ricos.
b. ¿No se están respetando las reglas? ¿Qué está pasando?
Hay reglas que no se están respetando claramente; pero también hay reglas que están mal hechas, que continuarán fomentando la desigualdad. Algunas de ellas son las fiscales; otra es cómo está regulada la banca, que abusa de sus clientes de manera casi impune; porque la regulación bancaria que tenemos no permite la sana competencia; entonces tenemos bancos que tienen poder de mercado en ciertos nichos y que se aprovechan. En México, los retornos que tiene la banca son superiores y llegan al 82 por ciento; pero la ley está tan mal hecha que genera que los bancos continúen empoderados y las pequeñas empresas que quieren pedir un crédito, o la gente con una tarjeta de crédito, deben pagar tasas de interés inasequibles.
b. ¿Cómo está México en términos de recaudación de impuestos en comparación con otros países?
Claro, estamos muy mal, por eso yo le llamo No es normal. La situación de nuestro país es anormal, incluso para estándares internacionales, en términos de recaudación. Por ejemplo, México recauda menos que Las Bahamas, siendo que Las Bahamas es un paraíso fiscal. Entonces, México es un paraíso fiscal “disfrazadoˮ en términos de, por ejemplo, regulación laboral. México tiene, en el papel, una de las leyes que más protege al trabajador, pero en realidad ocurre otra cosa: porque no existen inspecciones; porque la Secretaría del Trabajo no tiene los instrumentos para implementarla; entonces somos uno de los países que tiene una menor distribución del valor general de la riqueza hacia los trabajadores.
b. En el país y el mundo se visualiza que, con las tarjetas de los programas sociales está disminuyendo la cantidad de pobres. ¿Está funcionando esta política asistencial?
Se ha identificado que con las transferencias, que son deseables, hay una reducción de la pobreza; pero tú no únicamente puedes tener programas de transferencias en efectivo. Creo que ese es el gran problema de nuestro gobierno, que ha eliminado servicios públicos como las guarderías para darles simplemente el dinero a las madres; claramente eso no es lo que necesitamos en un país como el nuestro, donde el gasto en salud, pese a que ha aumentado, continúa siendo ínfimamente pequeño.
b. ¿Una de las deficiencias de este gobierno es la falta de inversión pública?
Es una de las deficiencias; pero yo diría que hay tres grandes deficiencias: una es tener un gasto social pequeño; aun si creemos que López Obrador gasta mucho dinero en gasto social, la realidad es que México es el país con el menor gasto social de la Organización para el Crecimiento y el Desarrollo Económico (OCDE). Tenemos que ponernos en perspectiva, porque luego pensamos que se regala mucho dinero, eso no es necesario. La segunda es una falta de inversión pública, donde tenemos muy poca inversión, muy mal distribuida y eso ha creado que no tengamos buena capacidad logística, incluso para el comercio. Y, finalmente, yo diría la falta de inversión en servicios públicos de salud y educativos de calidad.
