- EE. UU. prohibirá el comercio con las provincias ucranias separatistas tras el reconocimiento ruso de su independencia
La presidenta de comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo, Charles Michel, han condenado «en los términos más duros posibles», el anuncio efectuado por el presidente ruso, Vladímir Putin de reconocer la independencia de las dos provincias ucranianas separatistas Donetsk y Lugansk, un reconocimiento que ratificará el Parlamento ruso (la Duma) este martes.
Las autoridades europeas anuncian sanciones contra Rusia y destacan que la declaración rusa es una violación de los tratados internacionales y de los acuerdos de Minsk, la ‘hoja de ruta’ pactada para lograr una salida política al conflicto de Ucrania.
La Casa Blanca ha anunciado que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, «pronto» emitirá una Orden Ejecutiva en la que se prohibirán «nuevas inversiones, comercio y financiación» por parte de estadounidenses «hacia, desde o en» Donetsk y Lugansk como respuesta al reconocimiento de su independencia por parte de Rusia.
Así lo ha trasladado el Gobierno de Estados Unidos que califica de la declaración de Putin como «flagrante violación de Rusia de los compromisos internacionales». «Estas medidas son independientes y se sumarían a las medidas económicas rápidas y severas que hemos preparado en coordinación con los aliados y socios en caso de que Rusia invada Ucrania», ha señalado la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.
Así pues, desde Washington han remarcado que se continúa con las consultas con los socios de Estados Unidos, incluida Ucrania, sobre «los próximos pasos» y sobre la escalada de tensiones en curso en Europa del Este.
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, también ha condenado el reconocimiento de Donetsk y Lugansk por parte del Gobierno ruso y ha señalado que esta decisión «erosiona los esfuerzos» para resolver el conflicto en el este de Ucrania.
Además, Stoltenberg ha indicado que el reconocimiento “socava la soberanía y la integridad territorial de Rusia”, además de “violar los Acuerdos de Minsk”, de los que Moscú forma parte.